1. La Granja


    Fecha: 05/02/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: yanine10, Fuente: TodoRelatos

    ... No podía esperar a que terminara de metérmelo de lo caliente que estaba.
    
    En cambio, lo dejó atascado a mitad de camino y comenzó a colocar el catéter en mi uretra... Con un catéter, no importaba cuánto necesitaba orinar... No iba a poder orinar hasta que alguien desbloqueara la manguera del catéter.
    
    Finalmente, colocó el temible tubo sobre mi clítoris... Con el clic de un interruptor, sentí como el dispositivo comenzaba a succionar mi clítoris hacia fuera, volviéndome loca de placer y haciendo que mi coño estuviera más húmedo por segundos.
    
    Terry aprovechó ese momento para empujar, tan profundo cómo pudo, el resto del tapón anal a través de mi ano... Me atrapó en un momento de extrema incomodidad y extremo placer que me hizo correrme instantáneamente.
    
    Mortificada, escuché a los hombres hablando sobre la vasija que estaba en el suelo, entre mis piernas, que estaba recibiendo todo mi líquido.
    
    Llegué al orgasmo tras pasar varios minutos, ya que el tubo seguía succionando mi clítoris... Entonces, quedé cansada tras la gran corrida que tuve.
    
    Me relajé y me tomé un minuto para sentir mi cuerpo... Y claro, sentí como si una porra gigante se hubiera clavado en mi recto... Menos mal que no pude sentir el catéter metido en mi uretra, pero, apenas pasado este tiempo comenzaba a sentirme de nuevo, excitada por el dispositivo de succión que me provocaba orgasmo tras orgasmo.
    
    Esa tarde me corrí unas 11 veces.
    
    Tuvieron que cambiar la vasija tres veces... Escuché a uno de los hombres decir que yo era una mina de oro... Mucha mina de oro, pero me estaba desesperando por descansar... No tenía más ganas de correrme por el momento.
    
    Terry se acercó y me preguntó si estaba cansada y asentí.
    
    - “Lo sé, bebé, pero el primer día de una chica enganchada a esto es su día más provechoso... Pasarás toda noche así para que produzcas el máximo de jugos y hablamos mañana.
    
    Y así, se fue y las luces se atenuaron... Yo seguí teniendo orgasmos hasta que me sentí harta de hacerlo, pero incapaz de evitarlo.
    
    A la hora de comer me metían un tubito por la mordaza con comida líquida que tenía que tragar me gustara o no... Tenía un sabor horrible, pero no tuve más remedio que tomarlo.
    
    A la mañana siguiente, me sentía seriamente enferma por el agotamiento de haber tenido múltiples orgasmos... Me dolía mucho el coño y necesitaba orinar. Moví mis pies, varias veces, pero nadie vino... Cada vez que oía pasar a alguien, los movía de nuevo, pero simplemente me ignoraban.
    
    Otro hombre vino y se paró entre mis piernas... Tomó notas de lo que vio en un cuaderno... Moví mis pies frenéticamente tratando de llamar su atención porque necesitaba orinar al sentir la vejiga llena.
    
    En ese momento tuve otro orgasmo, este me dolió un poco porque necesitaba orinar.
    
    El hombre sonrió al ver mi coño y dijo: ‘Sigue así, chica’.
    
    Seguí moviendo los pies, pero él sólo me hizo cosquillas con su bolígrafo, se dio la vuelta y se fue.
    
    Quise gritar, pero la mordaza ...