Tu, mi complemento perfecto 5 - Relatos Eróticos

Tu, mi complemento perfecto 5

... serví un plato de pasta napolitana y me senté en el lugar más apartado de la cocina para no estorbarle a los chefs, mientras mi cabeza me hacía una jugarreta con aquellos recuerdos que pensé que tenía olvidados. No sé por cuanto tiempo estuve allí o cuando terminé de comer mi platillo, solo recuerdo que alguien pronunció mi nombre y me hizo volver a la realidad.

—Malya, ¿Puedes sacar estos residuos? —dijo, un ayudante de cocina.

—Oh sí, claro —titubé.

Dejé mi plato sobre la mesa, me quité el delantal para no ensuciarlo y cogí aquella bolsa negra que contenía los residuos de las verduras. Mientras arrojaba esa bolsa en el basurero, escuché esa vocecita que me era familiar y giré sobre mí mismo eje sin pensarlo dos veces.

—¿Podemos hablar? —pronunció nerviosa.

—No creo que debamos, la Charlie que yo conocía, no dejaba abandona a su novia para ir a charlar con otra chica —dije, con la intención de ahuyentarla.

—Lo que viste allí adentro, no es lo que parece —dio un paso hacía a delante.

—No tienes por qué darme explicaciones y lo sabes —mencioné, con la intención de irme, pero ella me detuvo.

—Malya, no te comportes así, por favor —expuso, con una mirada de súplica.

—Debo irme, lo siento —expresé, pero ella me sujetó por la cintura.

—Cuando entenderás que no puedes sacarme de tu vida—juntó nuestras frentes—Esa chica no es mi novia, de hecho, he estado sola desde que te fuiste a esa residencia —dijo, a unos centímetros de mis labios.

—Charlie, por favor —supliqué, pero no estaba segura del por qué lo hacía. Cuando era más que claro que no quería que se alejara, sino más bien que se quedara a mi lado para siempre.

—Te he echado de menos —expresó y con un movimiento veloz, me besó.

Ese beso refirmo muchas cosas entre nosotras y no quise desaprovechar la oportunidad para corresponder como se lo merecía. Fue un beso dulce y delicado a la vez, un beso lleno de sentimientos, lleno de amor, pues quería transmitirle todo lo que sentía por ella. Mientras nuestros labios danzaban de un lugar a otro, sentí como rodeó mi cintura para acercarme más a ella, profundizando el beso, dándole paso a nuestras lenguas que luchaban por ver quien ganaba la batalla. Me dejé llevar por aquel contacto, sin importar que estaba en mi trabajo, a la vista de cualquier chismoso, solo quería quedarme en sus brazos, porque ese beso tenía mucho significado para mí. Mas aquel cálido contacto, no duro mucho, pues escuché como un compañero pronunciaba mi nombre.

Publicado:abril 15 del 2021

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