El embarazo de Mirian 2/2 - Relatos Eróticos

El embarazo de Mirian 2/2

... exagerar dos veces la de Juan y muy venosa.

Empecé a mamársela como lo hacía habitualmente, mientras que otros dirigieron mis manos hacia sus pollas para que a la vez los masturbara a ellos.

Los otros me tocaban los pechos y el sexo.

"Tios, esta zorra está empapada", dijo el que me estaba profanando mi vagina.

Y era cierto, yo misma notaba como mis fluidos salían hacia el exterior sin que pudiera evitarlo. Empezaba a sentir un calor inmenso sobre todo ahí abajo, acompañado de unas palpitaciones que lo único que demostraban era que aquello me estaba poniendo cachonda perdida.

Ahora el comensal había pasado de que le mamara simplemente la polla a follarme la boca metiéndomela más adentro de mi garganta y provocándome unas arcadas increíbles que causaban las risas de todos.

Me sentía violada, ultrajada, humillada, y cada vez más cachonda.

Note unos dedos hurgando en mi culo. Moví la cadera hacia un lado y otro intentando zafarme de aquellos dedos que buscaban penetrarme el ano, y yo por ahí era virgen, es más, alguna vez que Juan lo había intentado me había causado un gran dolor.

Sentí un agudo frío en el ano, me lo habían rociado con algo y en ese momento noté como sus dedos entraban por él sin resistencia.

Joder, joder, pensaba para mí esto es increíble.

Cuando el comensal se cansó de follarme la boca me coloco a cuatro patas y se puso detrás penetrándome el coño violentamente.

Otra polla ocupó mi boca.

Yo sentía la polla del comensal dentro de mí yo creo realmente en que estaba llegando hasta el cérvix y cada vez me follaba más rápido y con más fuerza jadeando como un cerdo.

Sin pensárselo dos veces en una de las embestidas sacó su polla de mi coño y la dirigió hacia mi ano entrando como un animal. No pude evitar lanzar un grito. Pese a la lubricación que me habían echado aquella dilatación repentina del ano, me había producido un gran dolor, que le importaba una mierda al comensal, que reía diciéndoles a los demás lo estrecho que tenía el culo.

Se fueron turnando los cinco, pasando las cinco pollas por mis tres agujeros, boca coño y culo. Había una polla que realmente era descomunal, era digna de un actor porno. Me fue imposible meterme en la boca más allá de su capullo. En el coño, sentí un ardor tremendo al ensancharme las paredes vaginales esa monstruosidad de polla. Realmente estaba asustada esperando el momento en que se decidiera a metérmela por el culo cosa que hizo sin dudar y sin detenerse a mirar si entraba o no entraba. Me la clavo entera. En el ano noté un dolor agudo como si me lo hubiera desgarrado. Él bombeaba con todas sus ganas y fuerzas haciéndome cada vez dar un pequeño grito.

No tardo mucho el comensal en tumbarse en el suelo ponerme a mi encima de él y metérmela en el coño dejando el ano libre para que otro me follará por él. Así, empecé a tener dobles penetraciones siempre con el comensal en mi coño y los otros cuatro se iban alternando en mi culo.

En un momento dado el ...