Noche de Chicas (2) - Relatos Eróticos

Noche de Chicas (2)

... deseaba de verdad, deseaba a Vicky.

Víctor se durmió enseguida, sin embargo, yo no podía, salí a darme una ducha y un pequeño paseo por la casa, después me volví a acostar, Víctor no se enteró de nada, es de sueño profundo y hace falta poco menos que un bombardeo para despertarlo.

Finalmente quedé adormilado y tuve un sueño bastante extraño, estaba desnuda, haciendo el amor con Víctor, sentada sobre él, cuando, de repente, escuché una voz que me llamaba, no sabía muy bien de donde venía ni de quien era, solo que tenía que seguirla, me levanté, dejé a Víctor y traté de seguir esa voz, ahí estaba yo, totalmente desnuda caminando desesperada por la ciudad, por el campo, por lugares desconocidos, tras aquella voz. Por fin, llegué a un claro, todo verde en un campo y la voz desapareció. Allí se encontraba Vicky, también desnuda, haciéndome gestos para que me acercara a ella. Mi corazón se aceleró y fui corriendo.

Vicky me abrazo y al sentir su cuerpo junto al mío me estremecí.

- ¡Te deseo, Marisa! - me dijo ella.

- ¡ Y yo a ti, Vicky! - le respondí.

Vicky me besó y yo respondí apasionadamente, nuestras leguas se movían juntas, su saliva estaba dentro de mi boca, nuestras pieles se tocaban y mis manos recorrían todo su cuerpo y las mías hacían lo mismo con el suyo. Era maravilloso.

Vicky me empujó hacia el suelo, sobre la hierba y se colocó sobre mí, quedé un poco de lado y una de las piernas de Vicky quedó entre medio de las mías, mientras seguíamos besándonos sin parar, sus manos recorrían mi cuerpo y jugaban con mis pechos. Y aquello que estaba pasando en mi sueño comenzó a tener repercusión en la realidad ya que mi coño comenzó a mojarse y no tuve más remedio que retirar un poco la braguita y comenzar a acariciarlo. Y yo seguía en mi sueño con Vicky que seguía besándome y acariciándome como solo ella sabía hacerlo.

- ¡Eres mía, Marisa! - me decía - solo puedes follar conmigo o con quien yo te diga.

- ¡Soy tuya, cariño! - le respondía yo - ¡Solo tuya, mi cuerpo es tuyo!

Y Vicky comenzó a besar mis pechos, a lamer mis pezones, a morderlos con fuerza.

Sentir la piel, las manos, la boca de Vicky en mi cuerpo era una sensación maravillosa que me volvía loca, toda aquella sensación de mi sueño se trasladaba a la realidad donde tumbada sobre mi cama, de lado y de espaldas a mi marido, que dormía como un tronco, seguía masturbandome, acariciándolo y comenzando a meter 2 dedos y sacándolos cada vez con más pasión. Temblaba de placer cada vez que mis dedos mojados entraban y salían mientras en mi sueño, que parecía tan real, la lengua de Vicky pasaba por mis pezones y los endurecía con su contacto, bajaba por mi vientre, por mi ombligo y luego lamía mis muslos, mirando mi cara, que deseaba sentir aquella lengua tan cálida sobre mi sexo, ella lo sabía pero iba con calma sobre mis muslos, aumentando así mi sensación de deseo hasta que, por fin, abrió mis piernas tanto como pudo y comenzó a pasarla por los labios de mi coño, lo ...