1. Pervirtiendo a una lesbiana


    Fecha: 27/03/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... pintada de blanco con una alfombra acogedora que ocupaba gran parte del suelo. A demás todo estaba decorado a estilo minimalista.
    
    Me encontraba muy nerviosa, me situé frente a la ventana para disfrutar de las vistas, me costaba enfrentarme a su mirada cara a cara… ella se situó tras de mí a la vez que posaba sus manos en mis caderas. Sentía el corazón golpear, lo hacía con tanta fuerza que pensé que podría escucharlo. Mi respiración se aceleró cuando sentí su aliento en mi oído y comenzó a susurrarme…
    
    — Me muero por follarte… —sentí sus palabras resbalar en mi oído, después sus manos estrujaron con impunidad mis pechos y su cuerpo se aferró a mi…
    
    Suspiré, mi respiración se aceleró al instante, pero el remordimiento aún era fuerte e intenté zafarme de ella. Me di la vuelta e intenté salir de allí, intenté poner espacio entre las dos, pero ella sabía lo que quería y lo iba a tomar. Me sujetó con fuerza y me empujó contra el ventanal.
    
    — Espera, por favor… —dentro de mí se libraba una batalla a muerte entre la razón y el deseo.
    
    — Te deseo, quiero follarte aquí y ahora… —mientras susurraba en mi oído, sus manos se colaban bajo el vestido y magreaban con ansia mis muslos. Mi respiración era un continuo resuello y el tacto de sus manos tibias invadiendo mi intimidad no ayudaba a aplacarla.
    
    Tras los primeros momentos de inútil resistencia, me di por vencida, arqueé mi cuello hacia atrás, este quedó expuesto y desnudo ante ella. La imagen que sus ojos presenciaban era una auténtica invitación al festín. Sus colmillos se clavaron con ansia en mi cuello desnudo y rasgaron con delicadeza la suave piel. Lo mordisqueó con ansia desmedida, una vez tras otra, sus dientes se clavaban en mi garganta y su presión no tardó en erizarme la piel.
    
    Durante unos instantes se detuvo para observarme, clavó su mirada en mí rostro para disfrutar de la tensión sexual, acto seguido sentí sus dedos posarse en mi sexo… gemí de puro gusto al sentir la presión y el roce. Mi cuello se ladeo a la vez que me mordía el labio inferior. Mi cuerpo se retorció de placer al sentir ese primer contacto que me desarmaba, ese roce lascivo que me derrotaba y me entregaba a sus deseos. Mientras, ella seguía mirándome, disfrutando con la imagen de mi rostro extasiado.
    
    Descompuesta por el deseo jadeé… ella atrapó mis jadeos con su boca y se los comió. Sentí por vez primera los suaves labios de una mujer fundirse con los míos. Sentí su lengua húmeda y cálida entrar en mi boca e iniciar ese lascivo baile que solo las lenguas conocen. Era tan diferente… su tacto era suave, dulce, sensual, cálido y maravillosamente erótico.
    
    Uno a uno solté los botones de su camisa con impaciente ansiedad. No llevaba sujetador y al abrirla sus pechos se presentaron ante mí. No dudé en estrujarlos con delicadeza. Mis manos se posaron sobre ellos y sentí su dureza y tersura, sentí como las aureolas se tornaban rugosas y los pezones crecían al contacto con mi piel.
    
    Esto espoleó su deseo que ya ...
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