1. Pervirtiendo a una lesbiana


    Fecha: 27/03/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... observaba.
    
    —Eres una pervertidora de mujeres casadas… primero pervertiste a tu ex y ahora quieres pervertirme a mi…
    
    —Estaría pervirtiéndote si no lo estuvieras deseando… pero vas de modosita y eres un zorrón… —tenía razón.
    
    —Ja, ja, ja… reconozco me encanta que me perviertas, pero casi me pone más pervertirte a ti. —estas solían ser parte de nuestras conversaciones.
    
    Durante días fantaseamos con la idea de cumplir nuestras perversas fantasías. Ella vive en Canarias y estaba dispuesta a venir a la península. De vez en cuando me lo dejaba caer… no sabía si lo decía en serio, o simplemente me ponía a prueba para conocer mi reacción ante sus palabras. Con forme pasaban las semanas su insistencia se hacía mayor, y a mí, eso me agobiaba… una cosa era fantasear, y otra muy diferente era hacerla realidad.
    
    Mi vida en pareja se había vuelto monótona y aburrida. Hacía tiempo que mi cuerpo no vibraba cuando mi marido me hacía el amor, y las mariposas en el estómago estaban desaparecidas en combate, pero la infidelidad era un paso difícil, un paso que tenía muchas implicaciones peligrosas, sabía que era un salto al vacío que me costaría mucho dar. Creo que, ser infiel a tu pareja se asemeja a tener una mala mano de póker… “si te plantas pierdes y si pides te pasas” cualquier decisión que tomes va a ser complicada, y llevará aparejada consigo problemas y a la larga dolor.
    
    Hacía años que tenía una afición secreta que muy pocas personas conocían… me encantaba escribir relatos eróticos. Me imagino que al escribir y plasmar sobre un texto Word, todos los deseos y fantasías que tu mente ocultaba, te llevaba a realizarlos de alguna forma, y eso me liberaba.
    
    Al principio esas historias tenían una temática “hetero”. Eran comunes en mis relatos los tríos, intercambios de parejas e infidelidades. Todos estos relatos eran la válvula de escape de mis fantasías más inconfesables. Pero casi sin ser consciente de ello, un día comenzaron a estimularme los relatos con temática lésbica. A menudo mi mente me trasladaba y me hacía protagonista de sus escenas. Era yo quien recibía aquellos besos y caricias. Era yo quien escuchaba los jadeos y gemidos ahogados, era quien sentía el suave contacto femenino en mi piel erizada. Escribir me liberaba, me trasladaba a un mundo fascinante, un mundo lleno de sensualidad y erotismo, y también por qué no decirlo… se convertía en un viaje en cuyo destino siempre había unas bragas mojadas.
    
    A Candela le encantaban mis relatos, le encantaba contarme sus vivencias para que yo las relatase después. Casi sin pensarlo se convirtió en la protagonista principal de esos relatos. Al principio contaba la historia que a ella le gustaba, plasmaba lo que ella me contaba y por ende lo que a ella le ponía. Con el paso del tiempo, su personaje en el relato fue cambiando… pasó de ser una chica lesbiana con historias lésbicas, a convertirse en una lesbiana a la que hacía enfrentarse a todo tipo de perversiones y fantasías morbosas, fantasías ...
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