1. Emilio - capítulo 7


    Fecha: 27/03/2019, Categorías: Gays Autor: nibelungo72, Fuente: TodoRelatos

    ... finalmente tras unos segundos tiró el cuchillo y se arrodilló, me pidió perdón llorando como si no hubiese un mañana.
    
    - Haga conmigo lo que quiera, no tengo nada, por favor se lo suplico, humille, maltrate, puede hacer conmigo lo que desee.
    
    - Mira, no tengo paciencia para tanta tontería.
    
    Me acerqué le agarré del cuello y lo levanté, seguidamente le pegué un bofetón que le giró la cabeza casi 180 grados
    
    - ME DEJASTE, SABIAS LAS CONSECUENCAS Y ME DEJASTE, ABANDONADO COMO UN PUTO PERRO, YO TE QUERÍA, TE DESEABA Y TU ME ABANDONASTE.
    
    - Lo se Amo, entonces no lo entendía, pero ahora lo entiendo y le suplico mi perdón.
    
    - Bien, quieres tu perdón.
    
    Sin soltarlo del cuello, fui a mi habitación especial de “SADO”. Lo llevé una cama que tengo, le quité toda la ropa que llevaba y con unas bridas le até los pies y las manos a cada esquina de la cama estaba inmóvil, temblando, pero ya no lloraba.
    
    - ¿Quieres volver conmigo?
    
    - Si Amo.
    
    - MIENTES, seguro que te irás.
    
    - No, señor, no me iré lo prometo.
    
    - NO TE CREO
    
    - Por favor, Señor, quiero volver.
    
    Me saque el cinturón de cuero que llevaba, no tuve compasión, no ahorré fuerzas, era pura ira, ni siquiera prestaba atención a lo que estaba haciendo no escuchaba sus gritos. Tras unos minutos paré, miré su cuerpo, estaba lleno de las marcas del cinturón, por toda la espalda, los glúteos y parte de los muslos. No era suficiente, tenía que sufrir más. Solté el cinturón y me dirigí a la pared, allí tomé una vara de Ratán, con este tipo de material hay que tener cuidado, ya que los daños pueden ser permanentes, así que me centré en los glúteos y los muslos. Le agarré el pelo y le tiré hacia arriba forzando el cuello a inclinarse.
    
    - No pararé hasta que note que realmente estás arrepentido.
    
    ZAS, la vara cortó el aire con su peculiar sonido, cuando impactó con el glúteo no solo dejo la marca al instante, también empezó a salir un hilo muy fino de sangre. Y solo era el principio. Los gritos invadieron la sala, suplicaba mi perdón, intentaba zafarse de la cama pero era imposible, yo no paraba, no le daba tregua, una detrás de otra, cada una igual o más fuerte que la anterior, sus glúteos sangraban y los chorros de sangre caían por los costados hasta el colchón donde se iban acumulando. La piel empezaba a desprenderse, Emilio no paraba de gritar y yo no paraba de azotarle. Entonces se hizo el silencio, solo se escuchaba el sonido de la vara cortando el aire e impactando contra él. Paré y me acerqué, se había desmallado. Entonces salí de mi trance y vi mi obra, tenía los glúteos casi destrozados, tiras de piel habían saltado y la sangre salía a borbotones cayendo por los costados.
    
    Empecé a sentirme mal por lo que había hecho, llamé rápidamente a un amigo Fernando que es cirujano, le conté un poco por encima la situación suplicándole que viniera lo antes posible. En 15’ había llegado, cuando vio el espectáculo…
    
    - Pero… ESTÁS COMO UNA PUTA CABRA, cómo has podido hacerle esto a ...