1. Disciplina doméstica: mi mujer y mi suegra cap 5.


    Fecha: 24/08/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: sumisso, Fuente: TodoRelatos

    ... casarte conmigo? – Le pedí a mi suegra de forma sincera. Ella me apreciaba a su manera, era suyo. Estaba agradecido.
    
    -Si – Me respondió tajantemente.
    
    Un mes más tarde fue la primera boda, fue la de mi exmujer Ariana. Fuimos a Francia y se casó con su querido Jean Paul. Una boda por todo lo alto con muchos invitados. Quince días después fue la boda de la señora Claudia y un servidor. Una boda intima que solo acudimos cuatro personas, mi exmujer, su marido Jean Paul. Mi futura esposa, la señora Claudia y yo.
    
    Me enamoré por completo de mi anterior suegra, que ahora era mi mujer. La noche de bodas, se quitó su vestido blanco y quedó en ligueros y medias blancas. Se colocó su arnés con su pene de goma sujeto a su cintura.
    
    -Hoy voy a follarte como es debido. Voy a follar tu culo toda la noche. ¡¡ Eres mío ¡¡– Me indicó salvajemente.
    
    -¡¡Entonces tendré que huir y gritar para alertar a todos los vecinos¡¡ –La dije burlándome y riéndome, me encantaban sus juegos y castigos. Era una provocación, sabía que le encantaban mi nueva mujer. Deseaba ser inmovilizado y amordazado por mi nueva mujer. Era conocedor cuanto le gustaba tener a los hombres indefensos y ahora todo cuando la gustase a ella, me gustaba a mí. Ahora era suyo y me quería, era su esclavo, comenzaba a adorar a aquella mujer, me sentía de nuevo enamorado.
    
    Agarró unas esposas de metal. Me esposó las manos a mi espalda y las retorció hasta anclarlas hasta el cabecero de la cama dejando mi culo completamente expuesto en esa posición. Se bajó sus bragas blancas de la boda y las introdujo en mi boca quedando completamente amordazado. Observé como comenzó a ajustarse sus guantes de goma tan preciados hasta el codo. Estiró sus guantes desde un extremo, a la vez que dirigió sonriente su palabra hacia mí.
    
    -¡¡ La noche va a ser muy larga ¡¡, quietecito y calladito¡¡Voy a romper el culo a mi marido como se merece en su noche de bodas ¡¡ – Comenzó a penetrarme de forma salvaje. Sus juegos de sadismo ahora eran los míos. Adoraba a esa mujer, era su puta.
    
    Comencé a vivir los momentos mas felices de mi vida, había descubierto el masoquista que llevaba en mi interior y tenía a la mujer perfecta para realizar miles de fantasías. Construimos una mazmorra perfecta en el garaje, ya no teníamos que ocultar nada. El potro con sus candados era uno de nuestros juegos favoritos, podíamos pasar horas y horas en el garaje, atado, amordazado y mi mujer la señora Claudia dando rienda suelta a su imaginación con todo tipo de castigos, aunque siempre su preferido fue azotar y azotar con su correa de granulados de goma.
    
    La regalé múltiples utensilios de castigo. Cierto día encargué un objeto grande que sabía que le iba a encantar. Lo compré, he hice que lo trajesen a casa a escondidas, lo introdujeron en el garaje. Aquello me recordó al día que ella compró el potro y los operarios lo instalaron sin yo saber que era mientras miraba por la ventana. Bajamos juntos al garaje, encendí la luz y contemplo ...