1. La Mansión


    Fecha: 23/08/2019, Categorías: Hetero Autor: Alex Blame, Fuente: TodoRelatos

    ... chimenea y déjanos solas, por favor.
    
    El gesto imperioso de la mujer y aquellos ojos grises, afilados y fríos no admitía replica. El hombre ahogó un suspiro y cogió un par de troncos pequeños que introdujo en la chimenea, con cuidado de no levantar pavesas. El fuego cogió nuevo brío y Nadia notó como la habitación, que ya estaba caliente, se caldeaba un poco más.
    
    —¡Ah! y trae té y unas pastas. La señorita de Guzmán y yo charlaremos un rato antes de la cena.
    
    El hombre asintió sin alterar su gesto adusto y se retiró dejándolas por fin solas. La anciana sonrió de nuevo y apartó el libro que tenía delante. Nadia echó un rápido vistazo.
    
    —Viento del Este, Viento del Oeste, ¿La ha leído señorita De Guzmán? —dijo la anciana alargándola el libro para que lo inspeccionase.
    
    —No, no he tenido el placer. Y por favor, llámeme Nadia. —dijo cogiendo el libro con curiosidad y leyendo la sinopsis de la contraportada.
    
    —Solo si tú me llamas Jane.
    
    —Parece interesante... dijo Nadia devolviéndoselo.
    
    —Es una historia de incomprensión y de choque entre culturas. En un tiempo me sentí muy identificada con la protagonista. —le explicó la anciana ojeando el libro — Como habrás deducido por mi acento, no nací aquí y me casé muy joven. Mi marido era español y me vine con él. Nos amábamos, pero aun así, al principio me costó adaptarme a mi nueva vida en la alta sociedad del la España del fin de la dictadura.
    
    —Me puedo imaginar. —asintió la parapsicóloga— Fueron tiempos inciertos.
    
    —Durante dos años tuvimos las maletas preparadas para salir pitando en cualquier momento. Mi marido creía que los comunistas tomarían el poder en cualquier momento y se tomarían la revancha de.... bueno... ya sabes.
    
    —Lo entiendo.
    
    —Pero bueno, no has venido para escuchar viejas historias de una anciana. Será mejor que entremos en materia.
    
    —Sí, ya recibí un primer informe, pero necesito aclarar algunos detalles, si no te importa... Jane. —replicó Nadia sacando el informe lleno de posits y profusamente subrayado.
    
    —Por supuesto. Adelante, querida.—la invitó la anciana mientras el mayordomo entraba de nuevo en la estancia con una bandeja de plata y servía el té sin mostrar interés alguno en la conversación que las dos mujeres estaban manteniendo.
    
    —Antes de nada, quiero decirte que en la mayoría de los casos no me molestaría en acudir, ni siquiera por un cheque tan sustancioso. Pero tu caso me ha interesado, hay ciertos detalles que me hacen pensar que podría tratarse de un verdadero caso de manifestaciones paranormales. Pero debo advertirte que, aun así, el noventa por ciento de los casos que investigo suelen tener una explicación lógica...
    
    —Nada me tranquilizaría más que averiguar que todo lo que he experimentado solo ha sido efecto del exceso de imaginación de una anciana.
    
    La investigadora miró a la mujer un instante, pensando que si aquella anciana chocheaba lo disimulaba muy bien. Bebió un trago de té y finalmente abrió el informe y comenzó a repasarlo ...
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