1. Volver a verte (Parte 1)


    Fecha: 17/09/2023, Categorías: Lesbianas Autor: Dana Lao, Fuente: CuentoRelatos

    Helena fue la primera chica de quien me enamoré. Nos conocimos a los 18 años, ya que vivíamos a 4 casas de distancia en ese tiempo, y lo cierto es que a mí me encantó desde que la conocí.
    
    Sus hermosos ojos verdes tenían y tienen, un efecto hechizante. Siempre ha sido unos centímetros más alta que yo, tiene el cabello castaño claro; ondulado y largo hasta la mitad de la espalda, unas piernas largas y gruesas, de esas que no necesitan demasiado ejercicio para lucir súper bien, rematadas por unas caderas, ligeramente anchas, que dan un efecto delicioso a su pequeña cintura y sus nalgas bien colocadas en su sitio. Su piel es clara, y sus tetas pequeñas (pero con unos pezones pequeñitos y rosados de antojo!). En pocas palabras, desde adolescente, Helena era guapísima y me bastó conocerla en la calle donde vivíamos, para comenzar a enamorarme de ella a través de los meses y años.
    
    Como era de esperarse; tuvimos una relación que duró pocos meses. Ella era una chica con cierta experiencia, a pesar de que éramos de la misma edad, había estado con varias mujeres ya. Y yo, a los 18 años, yo había tenido apenas un par de historias que no habían llegado a concretarse, así que puedo decir con toda seguridad, que Helena fue mi maestra en el arte del sexo y ciertamente, la responsable de mi experiencia y habilidad futura con las mujeres.
    
    En fin... nuestra historia, fue linda, pero corta. Y más bien hubo mucho sexo. Al ser mi primera vez, yo estaba encantada con las cosas que Helena me hacía sentir, además de ir aprendiendo a complacer a una mujer a través de nuestras tardes a escondidas en la casa de mis padres, donde nos pasábamos con el pretexto de ver películas, y terminábamos desnudas en la regadera de mi habitación, después de haber tenido sexo en mi cama, en mi alfombra, en mi sofá o en la regadera misma, Helena se apresuraba a vestirse antes de la hora de llegada de mis padres. Algunas otra veces había sesiones de besos profundos detrás de algún auto estacionado, cuidando que nadie nos descubriera, muchas fiestas con sus amigos, donde después de un poco de alcohol, Helena me llevaba al baño o al auto de alguno de ellos y me hacía sexo oral, o por lo menos me masturbaba, metiendo su mano solo por el cierre de mis jeans. En una ocasión, fuimos a una fiesta en la casa de un amigo suyo, quien celebró con carne asada en su enorme jardín. Helena llevaba un vestido color blanco con azul, que la hacía lucir hermosa, y en algún momento en que la gente comenzaba a estar entrada en tragos, ella aprovechó un pequeño rincón del jardín para besarme y masturbarse con mi pierna; nos prendimos tanto, que terminamos encerrándonos 30 minutos en el baño y haciéndonos sexo oral la una a la otra. Entre el sexo y el efecto mágico que Helena causaba en mí, la verdad es que me sentía enamorada de una manera en que solo ocurre a cierta edad (siempre he pensado que jamás volvemos a enamorarnos de esa manera).
    
    Pero como dije, lo nuestro duró poco. A los 6 meses, ...
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