1. Viaje de un jubilado (De vuelta en España) 21


    Fecha: 21/08/2019, Categorías: Incesto Autor: tauro47, Fuente: TodoRelatos

    ... aparecían unas tetitas en punta con unos pezones tan rosados que no se distinguían de las areolas, anormalmente grandes para aquellos pechitos.
    
    Los muslos eran tan delgados que las rodillas los superaban y los brazos perecían palillos que bajaban hasta el coño, éste era tan delicado y rosado que semejaba de algodón de azúcar de sabor a fresa, tenía un clítoris que le daba color al resto, pues sobresalía lo suficiente para entretenerse en él y olvidar su“gran problema”
    
    El culo no se lo vi, pese a que sus nalgas eran tan escuetas que apenas se juntaban, sólo me centré en el encargo de Fiorela. La chica hurgaba con interés en su coño, lo tenía tan abierto que podía verle el agujero tan mínimo que apenas podía apuntar el dedo meñique.
    
    Lesly, con el aval que me dio Fiorela, separó todavía más las piernas para que yo interviniera, quitó las manos y las puso detrás de la nuca, dejándome a mí el campo libre.
    
    En primer lugar comprobé la lubricación del la zona y vi que le hacía falta más gel, sus dedos lo había esparcido por todo, incluso le brillaban los pezones, ya que seguramente se los había tocado con las manos pringadas.
    
    Añadí profusamente más gel y lo repartí sin miedo, entonces comprobé que el clítoris estaba tan sensible que le hice saltar, ya era un dato, rodeé con el dedo índice el contorno de sus labios y vi que toda la zona estaba tan sensible que la hacía estremecer, al llegar a la vagina virgen metí el corazón hasta que encontré la puerta cerrada, intenté probar suerte, pero comprobé que la chica tenía razón, la puerta estaba cerrada herméticamente.
    
    El caso era serio y había que tomar medidas especiales, me volví hacia Fiorela para expresarle mi opinión y vi cómo se esforzaba para retirarle el prepucio al chico, éste sentado en un sillón aguantaba a Fiorela, que de rodillas frente a él tiraba de la piel hacia abajo, la“espada” en alto señalaba a la médica con amenazante postura pero ella no se rendía, había conseguido que el agujero se abriera medio centímetro y eso era mucho para como estaba al principio.
    
    Fiorela no abandonaba y con la misma crema de Lesly procuraba reblandecer la piel que ya brillaba, el pequeño glande del chico ofrecía resistencia, pues era largo y con un anillo bastante marcado. Fiorela tenía trabajo.
    
    Yo también, a cada intento, la chica se quejaba cerrando las piernas, yo intentaba evitarlo, pues quería vencer la resistencia antes que Fiorela me ganara con su reto. Cuando pude meter la uña del dedo meñique me consideré vencedor, y me volví hacia Fiorela que estaba a mi espalda, entonces vi que ella“jugaba sucio”, no seguía las reglas delfair play, vi con sorpresa que quería ganarme a toda costa y para ello se había metido en la boca el capullo del Alan.
    
    Éste miraba al techo intentando colaborar. Por los movimientos que se marcaban en las mejillas de Fiorela adiviné que con la lengua trataba de levantar el prepucio y sacarlo, por lo menos hasta el frenillo. Eso me picó, no soy buen perdedor y ...
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