1. Al calor del verano: cuernos y otras relaciones


    Fecha: 20/08/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Clara, Fuente: TodoRelatos

    ... encima y se ha ido para abajo.
    
    R-¡Voy con él! (levantándose de la cama en pelota picada)
    
    L-¡Ponte algo Raúl!. Si te ve así, saldrá corriendo, jajaja.
    
    Y-¡Anda loca!, Dame un beso (saltando de la cama igualmente en pelotas)
    
    L- Si le has chupado la polla a tu novio ahora no quieras morrearme guarrona, jajaja, y toma (tirándole las braguitas), tápate un poquito que vas goteando.
    
    Y-¡Lara! ¡Qué vergüenza!
    
    L-¡Anda putoncillo! Si no fuera porque están estos dos tontos, te lo comía enterito.
    
    Y-¡Mira que llegas a ser zorra! Con lo pequeñaja que eres, cabrona.
    
    L-Digo lo que siento.
    
    Y-Pues yo también lo voy a decir. Quiero que me lo comas cuando tu queridito novio me haya follado.
    
    L-Tú si que eres una zorra, cariño, (dándole el morreo que me había pedido). Que ganas le tienes a tu hermano.
    
    Y-¿Bajamos con ellos?.
    
    L-Vamos.
    
    Mi cuñadita también es muy guarroncilla cuando quiere. Se limpió un poquito con las braguitas sucias y se puso unas limpias. Arriba una camiseta de tirantes super ancha que permitía, si te lo proponías, verle los tremendos melonacos que tiene la tía, con esos dos pitones que tiene por pezones. Me agarró de la manita, y bajamos juntas.
    
    Al llegar abajo, Bruno y Raúl estaban, cerveza en mano, sentados en el sofá, hablando como si no pasara absolutamente nada. Como si follarse a tu hermana, tu amigo, fuera lo más normal del mundo. Raúl con un short cortito, marcando paquetón y Bruno con bermudas y polo.
    
    Y-¡Hola Tete!. ¿Tienes calor? Estás sudando.
    
    B-¡Hola, nena!. Perdónanos. Pensábamos que no habría nadie y luego está (señalándome a mí) ha escuchado vuestros gemidos y ya ha entrado en ese estado de histeria sexual en que se pone ella.
    
    L-¡Oye, tío! Que tú también te has puesto cachondo, no digas que no.
    
    B-¡Lara! cierra el pico, niñata.
    
    Y-¡Venga Tete! Sácate el polo y quédate fresquito como nosotros j o prefieres que ponga en marcha el aire acondicionado
    
    B-Ya me skaco el polo, Tata, que luego tu madre te pegará bronca porque gastas mucha electricidad.
    
    L-¡Que bonito! Como se quieren estos dos hermanitos, ¿verdad Raúl?
    
    R-Jajaja, ¡Lara que se te ve el plumero!
    
    L-(Mirándome hacia abajo donde el botón de mi short y la cremallera seguían abiertos y las braguitas un poquito abajo enseñaban ligeramente mi vello púbico). Ups. No me había dado cuenta, (subiéndome el elástico de la braga)
    
    R-¡El otro, Larita!
    
    L-¡No seas capullo, Raúl!
    
    Con la tontería, Yolanda se había sentado entre los dos chicos. Yo de pie, mirando. Mi cuñada se dejó caer sobre Bruno, apoyando su cabeza en el pecho de mi novio. Él, le pasó el brazo por encima de los hombros, como me suele hacer a mí y ella le acariciaba las piernas, esas piernas ligeramente peludas que a mí me encanta acariciar. Me senté en el suelo, justo por debajo de Raúl, para no molestar a los tortolitos. Raúl me pasó el brazo por los hombros a mí. Entonces, Bruno besó la cabeza de su hermana y Yolanda reaccionó estirándose y besando los ...
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