1. Dr. Slipper y Mr. Hyde (III)


    Fecha: 19/08/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anejo, Fuente: TodoRelatos

    Creo que Leonor debería acompañarnos - dijo Rosita mientras caminaba junto a Samantha, unos metros detrás de las otras tres mujeres.
    
    Habían recuperado sus faldas, y los cuchillos de combate volvían a estar seguros en sus fundas, bien pegaditos a los poderosos muslos de las dos guerreras.
    
    No está en condiciones, Rose. Ese doctor la ha dejado para el arrastre, como decís en España.
    
    ¡Ja! A esta putarracona ya le está bien que la destrocen a polvos. Seguro que aún está mojada de recordarlo. Mira cómo menea el culo, la muy pendona.
    
    Rosita adoraba a Leonor, en contra de lo que estas frases pueden hacer suponer, pero en los cuatro años que duraban ya sus aventuras por el mundo, no había aprendido a soportar la adicción a las pollas y la violencia varonil de su antigua patrona y amante.
    
    ¿No nos bastamos las dos para seducir a esos abueletes revoltosos?
    
    Si, Sam, pero creo que, si hay que registrar esa casa y averiguar sus planes, alguien los ha de entretener, y Leonor se las pinta sola para captar la atención de los machos.
    
    En eso te doy la razón. Venga, si está recuperada, nos la llevamos.
    
    Leonor estaba aún mareada y no era para menos. Recibir en su vagina el monstruoso falo del señor Hyde, no era cualquier cosa; y el engendro, enardecido por la poción que Jekyll había creado, la había taladrado literalmente, provocándole tres orgasmos cataclísmicos, el último de los cuales la había sumido en una profunda inconsciencia.
    
    Pero era incapaz de decir que no a Rosita y, tratándose de engatusar machos, Leonor nunca daba un paso atrás.
    
    Caléndula se enfadó bastante cuando oyó que Leonor iba a una misión mientras que ella y Quina debían quedarse en el hotel.
    
    Yo soy también gran puta - se lamentó - quiero vivir aventura, tomar grandes pitos de machos y muchos azotes al culo.
    
    Cariño - la abrazó con dulzura Sam - no sabes lo que dices. Estás malita y hemos de llevarte al médico.
    
    Pero que no sea como el último - bromeó Quina.
    
    SIn embargo, las dos descartadas se dirigieron finalmente a su dormitorio en compañía de Megan, que también deseaba entrar en acción, pero no mostró interés alguno en seducir a viejos filósofos.
    
    Las otras tres se asearon y repentinaron, aplicándose de nuevo maquillaje. Tomaron unas copitas de ginebra para animarse y se dirigieron en una calesa de alquiler a su cita. Ya habían hecho esperar demasiado a Friedrich y Karl.
    
    ¿Porqué van con coche? - quiso saber Caléndula que miraba por la ventana.
    
    Porque Redwood avenue queda lejos y se ha hecho tarde - contestó Quina, mientras guardaba en un cajón de la cómoda el brebaje de Jekyll.
    
    Sí; harán que el cochero las espere para volver. Total, paga el gobierno - comentó Megan.
    
    La casa de herr Karl era modesta pero espaciosa. El jardín parecía descuidado y la fachada reclamaba una mano de pintura, como el techo del dormitorio de Serrat.
    
    La filosofía no da para vivir muy lujosamente - comentó Rosita.
    
    Depende - repuso Leonor - Puedes aprender a ser ...
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