1. La Sacerdotisa De La Noche: Noche 6


    Fecha: 19/08/2019, Categorías: Transexuales Autor: Liver96, Fuente: TodoRelatos

    ... distancia de Aalyat. Pálida y de ojos apagados, su rostro lucía una serenidad cuanto menos inquietante, como si el monstruo dentro de ella estuviese al acecho, listo para rugir y devorar.
    
    El joven la miró sin preocupaciones, notando como ella jugaba con el antiguo anillo que llevaba puesto, haciéndolo girar en su dedo. De pronto, un tenue círculo de llamas azules se formó alrededor del altar, las sacerdotisas ocuparon sus posiciones; lideradas por Daemeeth y Kesri, quedando la una al lado de la otra.
    
    “Dónde está Mirlya?” preguntó en un susurro Daemeeth.
    
    “Junto a Evarod. Vuestra nueva señora casi lo mató a azotes ésta mañana, no lo sabías?” contestó Kesri, lo más parecido a un reproche.
    
    “No, no sabía…” murmuró ella y siguió golpeando el suelo con su vara, igual que las otras sacerdotisas; con la mirada perdida y absorta en sus pensamientos.
    
    Dogannu siguió a la expectativa, Aalyat estaba de espaldas a él y por lo visto aún continuaba moviendo el Anillo de la Oscuridad en su dedo. Un gorgoteo y el sonido refrescante del agua al fluir se escuchó por encima de sus cabezas, el joven levantó la mirada y observó como el agua se concentraba y cubría el techo del templo; sin caer sobre ellos.
    
    “Desnúdate,” ordenó la Sacerdotisa, con voz ligeramente áspera.
    
    Lo hizo sin perder tiempo, temblando un poco de frío al terminar. Aalyat se dio vuelta y se acercó a él sin decir nada más, con su dedo recorrió su pecho y el muchacho pudo darse cuenta que su piel era tan fría como tocar la nieve. A medida que se acercaba a su cara, su mano se posó en su cuello y luego le cogió de la barbilla, mirándola directamente a los ojos. Dogannu pudo atisbar que su piel, más blanca que la sal; tenía pequeñas grietas en sus mejillas.
    
    “Vuestro lugar es a mis pies…” musitó Aalyat y apoyando sus manos en sus hombros, le hizo arrodillarse.
    
    Con un susurro su túnica cayó a sus pies, dejando salir su dura polla. No tuvo que dar ninguna instrucción, Dogannu la tomó por la base y exponiendo su glande, dio una lamida. La mujer jadeó y sonrió perversamente, acariciando el cabello de Dogannu; mientras iba y venía por todo el tronco de ese majestuoso rabo ante él.
    
    Su saliva no tardó en humedecer y lubricar, las arcadas y lametones se oían claramente en la quietud del templo; además del crepitar del fuego azul rodeando el altar. La Sacerdotisa tenía sus ojos fijos en Dogannu y como dispensaba atenciones debidas a su feminidad, gimiendo en voz baja con cada lamida, cada succión y los movimientos de su lengua en su sexo.
    
    “Aaahhh… continua así, Inicuo. Chupa la polla de tu señora como sabes hacerlo…” jadeó Aalyat, cerrando sus ojos.
    
    Colocando sus manos sobre su cabeza, Aalyat empezó a mover sus caderas a la par que Dogannu mantenía su boca abierta para recibir y tragar la polla de la mujer. Tosiendo y con lágrimas en los ojos, el joven permanecía a merced de la lujuria de ella, babeando su saliva mezclada con sus fluidos; cayendo por su mentón a la vez que ...
«12...161718...25»