La Chica del Chat (2) - Relatos Eróticos

La Chica del Chat (2)

... al leer aquello.

- ¿Puedes hablar ahora? - le preguntó Rocío.

- Si.

- Pues llámame, amor.

Las dudas volvieron dentro de Elena, sin embargo, esta vez, su parte más atrevida se impuso enseguida y llamo a Rocío. Ésta cogió el teléfono y comenzó a hablar.

- Hola cariño, espero que te guste que te haya escrito.

- Si que me gusta - respondió Elena.

- Ayer me hubiera gustado mucho hablar contigo amor pero tenía que estudiar porque hoy tenía un examen.

- No se estudia el último día.

- Esa es la teoría pero luego siempre falta tiempo, por lo menos a mi.

- ¿ Y qué tal te ha salido?

- Yo creo que bastante bien, estoy contenta. Soy una chica muy estudiosa.

- Me alegro mucho, Rocío.

- Gracias, cielo, pero vamos a dejar de hablar de mis estudios y vamos a hacerlo de cosas más divertidas, ¿Me has echado de menos?

Elena no contestó y se puso un poco colorada.

- Yo a ti si, amor, a la vez que estudiaba pensaba en ti y en tu cuerpo, en lo mucho que lo deseaba.

- Yo.. bueno...

- ¿ Qué quieres decir, amor?

- Qué me paso una cosa anoche...

- Dime la verdad, ¿ Volviste a entrar en el chat y estuviste con otra chica?

- No, no, no fue eso.

- No me voy a enfadar, amor, es normal que disfrutes.

- De verdad que no fue eso, Rocío. A ver, es que... bueno... pues que me acordé de la noche anterior contigo y me masturbe pensando en eso... Y en ti.

- ¡ Qué cosa más rica, cariño! ¡Me encanta! Seguro que disfrutaste mucho.

- Muchísimo.

- Pues esta noche más, pero conmigo, cariño.

- Eso espero, además estoy sola en casa, mi marido está de viaje.

- ¿Estás sola, amor? Eso nos deja muchas más posibilidades, ummm.

- ¿Qué quieres decir?

- Que podemos estar juntas, sin Chat, sin teléfono, solas tú y yo haciendo el amor.

Elena volvió a quedarse casi sin palabras.

De repente, a su teléfono llegó un nuevo mensaje de Rocío.

- Te he pasado mi dirección, te espero allí sobre las 10. Contaré los segundos, amor.

Elena seguía sin saber que decir.

- Bueno, ahora tengo que dejarte, que he quedado con unas amigas y voy a llegar tarde.Esta noche nos vemos, amor. Deseo tanto estar contigo que se me va a hacer muy larga la espera.

- Adiós - se despidió una titubeante Elena.

La mujer se quedó muy pensativa, ¿Estaba bien seguir con aquello? Es cierto que las 2 noches anteriores había tenido sexo pero, a pesar de la presencia de Rocío, realmente solo había sido sexo con ella misma. O al menos eso era lo que se decía a si misma. Ahora iba a dar un paso más allá, iba a estar físicamente con Rocío, que era una chica a la que sacaba 30 años de edad, e iba a engañar a su marido, al que, a pesar de no llevar una vida sexual plena, quería mucho. Sin embargo, había una parte de Elena que necesitaba tener sexo y disfrutar con él, una parte a la que le gustaba sentirse deseada y que sentía que Rocío le iba a dar todo eso y mucho más. Esas dudas y esos pensamientos siguieron atormentado a Elena toda la tarde. ...