1. Mi sobrino Zalo cambió mi vida


    Fecha: 16/08/2019, Categorías: Gays Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... pasó su polla por la raja de mi culo y me penetró de un solo golpe. Era necesario que lo hiciera conmigo para que aprendiera a no meterla a los demás para hacerles daño, de eso me encargaría yo de comentárselo. A la media hora aproximadamente ya estábamos verdaderamente cansados. Sebas había pagado este servicio para recibir a Zalo con honores, al poco rato, cuando ya estábamos muy charlatanes por el whisky y cansados de follar, nos metimos sobre los divanes para hacer una mamada en cadena los seis y descansar.
    
    Eran las cinco de la mañana y ya la hora en que cerraban, así que pasaron dos señoritas con agua tibia para lavarnos y ayudarnos a vestirnos. Estábamos medio mareados y teníamos dos taxis a la puerta esperando. Pregunté a Francesco qué tenía que hacer y me dijo que nada hasta el lunes, lo invité a venir a casa y Sebas, Augusto e Indalecio se fueron en otro taxi después que nos despedimos hasta el siguiente sábado.
    
    Llegamos nosotros tres a casa y Zalo me preguntó:
    
    — Y ¿ahora qué? ¿Dónde duermo?
    
    — Francesco conmigo y tú con Francesco, ¿te parece?, —le respondí
    
    Se sonrieron los dos y nos desnudamos en mi habitación de ancha cama y comenzamos a realizar un trío. Cómo besa Francesco siempre me ha apasionado, lo que ignoraba es cómo besa Zalo, que mete la lengua hasta lo más profundo, así alternamos con los besos a tres y dos a dos, mientras dábamos placer a nuestras manos y a nuestras pollas con el rozamiento. Al rato ya nos sentíamos fuertes y Francesco se puso a comerse la polla de Zalo, mientras yo me comía la de Francesco. Cuando estábamos a punto de descargar paramos las mamadas de polla y nos mamamos los tres culos. Zalo metía la lengua en el mío, yo en la de Francesco, y notaba cómo Zalo empujaba y profundizaba, pero también noté que Zalo no iba a aguantar mas y le dije:
    
    — Elige a uno y fóllatelo a tope.
    
    Me eligió, era lo que deseaba y Francesco se puso a mirar cómo el sobrino penetraba al tío, pues yo me había puesto de rodillas y en perrito, se me puso Francesco delante y le comí su polla hasta hacerle descargar sus siete chorros grandes de lefa. Mi boca estaba repleta y pastosa, se me escapaba por la comisura de mis labios. Zalo se estaba besando con Francesco, pero a mi me entraron los espasmos del orgasmo y Francesco se tumbó de espaldas por debajo de mí y recogía mis eyaculaciones con todo su cuerpo y bastantes en la boca, pero yo aproveché para volver a mamarle la polla de Francesco mientras notaba la polla dura de Zalo en mi culo que ya estaba vaciándose para llenar mi interior. Zalo, al acabar, sacó su polla y quiso compartir conmigo la polla de Francesco, que con dos bocas alternando se puso a cien y llegó de nuevo a su orgasmo. Ahí nos quedamos los tres exhaustos sobre la cama, recogiendo restos de lefa de mi culo y del cuerpo de Francesco.
    
    Descansamos con besos de sabor y nos fuimos a la ducha para lavarnos. No pudimos dejar la tentación de lado y una vez refrescados, volvimos bajo la ducha a follarnos ...