1. Dulce bollería


    Fecha: 21/07/2023, Categorías: Lesbianas Autor: Perexcod, Fuente: TodoRelatos

    ... hasta la mitad del mango, gimiendo teatralmente al hacerlo.
    
    Entonces empezó a moverla en círculos en su interior como si estuviera rebañando los restos de un bote de mermelada, regodeándose al llevar al extremo su juego obsceno. La perplejidad en el rostro de Laura no hacía más que acrecentar su excitación.
    
    Cuando pareció satisfecha, la sacó lentamente, impregnada de fluidos y mirando a Laura con lascivia dijo:
    
    —¿Probamos el caldo, cielo? Está recién hecho.
    
    Laura sacudió la cabeza con fingida desaprobación, mientras se le escapaba una sonrisa. Le gustaba cuando Carolina se ponía así de traviesa, y su atrevimiento la provocaba. Decidió seguirle el juego.
    
    —No seas mala, abuelita —la reprimió con falsa severidad—. Guárdalo para la cena.
    
    —Ay, la niña está tan disgustada con la abuelita... —se lamentó Carolina—. Pero si el caldito sabe a gloria…
    
    Y con descaro se metió parte de la cuchara en la boca y sorbiendo ruidosamente simuló deleitarse con su sabor, provocando a Laura a participar de su juego indecente.
    
    Laura se sorprendió al principio, pero luego se unió al juego, cogiendo la cuchara de las manos de Carolina y llevándosela también a la boca
    
    —Mmm, está delicioso abuelita —dijo, riendo.
    
    —Pero con una sola cucharadita no hay suficiente” —replicó Carolina con una sonrisa ladina, poniéndole las manos en los hombros y empujándola para que se arrodillara frente a su sexo—. “No te puedes quedar con las ganas, mi niñita”
    
    Laura se dejó guiar dócilmente y se hincó de rodillas frente al pubis de Carolina. Esta separó más las piernas con lascivia y agarró a Laura de la nuca, atrayéndola hacia su sexo hasta que sus labios rozaron su pelvis y Laura se puso a degustar lascivamente las mieles de Carolina directamente de su coño, recorriéndolo con su lengua con fruición.
    
    —Ay, niña, tu si que sabes sacar todo el jugo a esta vieja y arrugada patata —alcanzó a decir Carolina, aún imitando a la abuelita entre risas y gemidos.
    
    Retorciéndose de placer bajo el tacto hábil de Laura, se dijo que ésta sería apenas la primera de muchas recetas deliciosas a explorar esa tarde
    
    Tras quedar saciada Laura se relamió los labios, saboreando el último resto de fluidos vaginales de Carolina. Comer coño siempre la dejaba completamente satisfecha, y esta vez no era diferente. Echó la cabeza hacia atrás con una expresión de pura lascivia, gimiendo al recordar el sabor a miel que inundaba su boca.
    
    —Eso ha sido delicioso —gimió Laura— pero no creas que tienes el monopolio de los platos exquisitos.
    
    Se relamió los labios, saboreando aún el rastro de Carolina en ellos.
    
    —Yo también sé cocinar manjares irresistibles.
    
    Laura se acarició lentamente el torso, subiendo hasta sus pechos y masajeándolos con deleite, sintiendo sus pezones endurecerse entre sus dedos a medida que la lujuria iba en aumento en su cuerpo.
    
    Finalmente, deslizó la mano hacia abajo y se introdujo los dedos en su vagina, gimiendo de placer al sentirse llenada y masajear ...
«12...567...15»