1. La despedida de soltera de mi hermana


    Fecha: 16/08/2019, Categorías: Lesbianas Autor: Slutty04, Fuente: CuentoRelatos

    ... vi fue su mano viniendo velozmente hacia mi cara. El golpe seco del bofetón que me pegó lo escucho hasta ahora en mi consciencia.
    
    "Te voy a dar tu merecido, zorra" me dijo, mientras me agarraba de la oreja y me hacía subir las escaleras.
    
    Me metió a su habitación, encendió las luces y trancó la puerta. Se sentó en la cama y me dejó parada frente a ella.
    
    Me ordenó que me saque la ropa. Yo le dije que no, que por favor me deje ir. Ella, sin levantar la voz y con una mirada fría y penetrante insistió.
    
    Comencé a desnudarme hasta quedar totalmente al natural. Me ordenó que gateara hacia ella y obedecí.
    
    Abrió sus piernas, subió la parte de abajo del vestido blanco que llevaba y se quitó la ropa interior, cuando estuve frente a ella, me agarró con fuerza de la nuca y me forzó a que le haga sexo oral.
    
    Jamás había experimentado con una mujer y me sentía aterrorizada y sorprendida por toda la situación.
    
    "Dale, pendeja. No sabes donde está un clítoris? Dale, carajo. Comete esa concha. Te voy a educar, puta barata".
    
    Hacía lo que podía, hasta que entendí que la única forma de zafar rápido era hacerlo bien. Ubiqué el clítoris y empecé a lamerlo y alternaba con succiones.
    
    "Bien, así. Bien, putita. Ves que no es tan difícil".
    
    Creo que ella tuvo un orgasmo, porque pegó un grito de placer y le temblaron las piernas. Pensé que se acabó, que me dejaría ir; pero no.
    
    Se desnudó y dejó ver su hermoso cuerpo, yo la seguía viendo desde el suelo mientras la veía caminar hasta un enorme ropero, del cual sacó un baúl. Recordaba como siempre la veía admiración, ya que siempre me pareció hermosa.
    
    Del baúl sacó unas esposas, un látigo, un cinturón con un pene postizo y un enorme consolador negro de unos 30 centímetros.
    
    "Me voy a divertir contigo, pendeja. Vas a aprender que mi casa se respeta".
    
    Me esposó las manos, se puso el cinturón con la pija postiza y me hizo chuparla.
    
    "Dale, como al stripper. Dale, puta. Hasta el fondo".
    
    Sentía el miembro de plástico entrar y salir de mi garganta con fuerza, me dolía y me hacía salivar muchísimo.
    
    Luego me subió a la cama y me puso en cuatro, comenzó a nalguearme mientras repetía los insultos que ya me había dicho.
    
    Nunca nadie me había llamado "puta, perra, zorra, basura, etc."; estaba recibiendo todos en esa noche y con golpes incluidos.
    
    Luego sentí que algo frío comenzaba a penetrarme y al darme vuelta, vi que me estaba metiendo la botella de vodka que tenía cuando me trajo.
    
    "Encima le das al trago como camionero, pendeja de mierda. A ver si así también te gusta".
    
    Me metió todo el cuello de la botella, no entraba más.
    
    La sacó y procedió a penetrarme con el cinturón y la pija de plástico, mientras me abofeteaba, me escupía, me ahorcaba y me seguía insultando.
    
    En ese momento empecé a gemir bastante, es que ya hacía un largo rato que la situación dejó de parecerme aterradora y comencé a disfrutar muchísimo. Gemía y gemía, veía sus ojos cargados de rabia y ese miedo se ...