1. La Libertad III_15: día 07_amigas


    Fecha: 30/06/2023, Categorías: Lesbianas Autor: laualma, Fuente: TodoRelatos

    ... aquella bestia dentro, no pude evitar gemir al sentir la bofetada de María en mis glúteos. - Cuidadito mi amor, jejeje, ya te digo que lo carga el diablo.
    
    - Anda, métete en la ducha, cierra con pestillo, y también la puerta y ventana de la habitación. No le abras si viene, quédate en la ducha hasta que te calmes, pero por completo, quiero que salgas con cero ganas, agotada. Y vestida.
    
    - ¿Vestida?
    
    - Bueno, ya sabes lo que digo. Pero nada de barbaridades tipo Nur ¿eh? Aunque ya sé que tú no sueles usar lencería tan provocativa como ella, que de hecho para la colección que tiene, bastante modosita esta. Pues eso, que ya sabes, el suje ya me da un poco más igual, a estas alturas, pero no te pases con las bragas, que ya hemos tenido bastante...
    
    María se levantó, y me dio un beso suave en la boca.
    
    - Pásalo bien con eso - me dijo guiñando un ojo, y apretando la base del dildo, muy suave, con el dedo índice de su mano derecha.
    
    - ¡Auuuuhmm! - esta vez lo que se me escapó fue algo más que un gemido.
    
    - Jejejeje...
    
    - Ciao, amore. - le dije, saliendo por la ventana.
    
    Me sentía como si fuese recogiendo los escombros de un desastre: primero mi primo, luego María. Ahora me tocaba buscar a Nuria… demasiado tiempo a solas, esperaba que no me hiciera lamentar nada cuando la encontrara.
    
    Lo que vi al salir de la habitación de Meri contribuyó más bien a aumentar aquella desazón que sentía. Nurita seguía en el jardín, en el mismo sitio en el que la había dejado. Parecía un despojo humano, tirada en el suelo, sobre el charco de semen que había dejado mi primo. No en vano, nadie la había tocado, y eso había sido lo peor, sin duda. Nuria está acostumbrada al sexo, del más tierno al más sádico, todo le va, aunque siempre ha sido bastante cañera para todo, pero, pese a que siempre está dispuesta a dar, ella siempre ha necesitado recibir. Eso era lo que llevaba peor cuando estaba en la calle, no soportaba los que solamente querían una mamada y ya, si encadenaba tres seguidos se nos ponía como una moto, así que o le hacía un completo gratis al siguiente, o acabábamos ella y yo montando el numerito en algún rincón no suficientemente oscuro, y alguna vez tuvimos que arrepentirnos de eso, pero bueno... Con esto voy a que, después de lo que acababa de pasar en aquel jardín, el coñito de mi amiga debía ser una bomba en cuenta atrás, solo que ella no tenía aquella válvula de escape casi automática de Pablo y, por alguna razón, algo le estaba impidiendo autosatisfacerse. Supuse que, sencillamente, el problema era que mi amiguita había sido superada a todos los niveles por su propio juego y, sobre todo, se le había ido de las manos terriblemente el numerito de los masajes. Sin embargo, había salido bien, o eso al menos pensaba yo, desde el punto de vista de que aquello había tenido un final cerrado, brutal además para Mer, para mí y, sobre todo, para Pablo, y aún así no estábamos los cuatro ahora en plan orgía romana rodando por el césped. Eso sí, lo que ...
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