Relatos cortos 3-Alguien especial - Relatos Eróticos

Relatos cortos 3-Alguien especial

... la oficina, mi corazón se alarmó, al recordar el encuentro que tuve con mi ex esta mañana. Desde que nos separamos por culpa de las mentiras de su madre, no había dejado de pensar que cada persona que pasa por nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Sea para bien o para mal, nuestros destinos se conectan así sea por un leve instante o puede durar por el resto de nuestras vidas.

—Bueno, ahora solo estamos tú y yo —pronunció, al sentarse en mis piernas y juntar nuestros labios.

Adoraba sentir sus labios contra los míos, era la mezcla perfecta entre suavidad y lujuria que desbordaba mis sentimientos. Sin embargo, no era momento, ni el lugar para tal acción. Nuestro noviazgo era un secreto en la oficina, un secreto que no estaba dispuesta a revelar para no meter en problemas a mi novia. Estaba próxima a publicar su nueva novela y como su editora, no podía o más bien no quería que las habladurías empañarán su nuevo lanzamiento. Ella había trabajado tanto en su proyecto, que podía esperar un par de meses más para anunciar lo nuestro.

—¿De qué querías hablar? —hice el mayor de mis esfuerzos por separarme de sus labios.

—Cierto, se me había olvidado—se mordió el labio inferior—Quiero hacerte el amor —dijo, con voz ronca.

—¿Ahora? —dije sorprendida.

Alejandra no era del tipo de mujer que hiciera esas insinuaciones en el trabajo, pero esa mera proposición, hizo que me excitara de sobremanera.

—Sí, ¿Crees que podamos irnos? —sus ojos comenzaron a oscurecerse.

Sería la primera vez que nos fugaríamos y era evidente que ambas, no dejaríamos pasar el momento, pero tenía otra cosa en mentes antes de aceptar su proposición indecente.

—Antes, debo hablar contigo sobre algo —mencioné y ella frunció el ceño.

—Conozca esa mirada, ¿Volviste a verla?—preguntó y yo asentí—Esta vez, ¿Quién busco a quién? —sus manos sostuvieron mi rostro.

No era la primera vez que sucedía una situación similar entre Erika y yo desde que nos separamos, pues sin importar como ocurrieron las cosas, nos buscábamos mutuamente. Ya sea para charlar de cosas triviales, recordar nuestra relación evocando recuerdos o simplemente, porque nos extrañábamos. Sin embargo, era la tercera vez que esto ocurría mientras estaba con Alexandra. Era la tercera vez en dos años de relación y era comprensible que mi novia conociera mi cambio de actitud ante ese imprevisto predecible.

—Ella me busco a mi —baje la mirada.

—¿Te pidió algo más que tu amistad? —investigó y mi reacción me delató.

Alexandra se había dado cuenta de que mi conversación con mi ex fue más allá de lo que debería y sin que me diera tiempo a expresar lo que ocurrió, ella hablo.

—¿Quieres que seas su amante?—dijo y yo asentí—Esa…—se cogió el entrecejo—Bueno, había tardado en pedírtelo —suavizó su tono de voz.

—¿A qué te refieres? —ahora fui yo la que arqueé la ceja.

—Se ha dado cuenta que su peor error fue haberte dejado ir. Con los años, asumió que ...