1. Relatos cortos 3-Alguien especial


    Fecha: 14/06/2023, Categorías: Lesbianas Autor: Bella15, Fuente: TodoRelatos

    ... siempre quedarás tú. Todo pasa y todo llegará”. Repasar recuerdos, es uno de los sentimientos más dolorosos que podemos experimentar y más cuando te das cuenta de que la otra persona ha rehecho su vida como si nada, mientras tú estás en la melancolía. Después de todo, hay que saber medir las distancias y el lugar que ocupa cada uno en ese momento.
    
    —No debes agobiarte, ella se lo perdió por haber dejado escapar a una persona especial —manifestó, sin conocer el efecto que me harían esas palabras.
    
    Algunos dirían que una persona especial es aquélla que saca lo mejor de ti. Es la persona que te hace reír, que hace que te sientas cómoda y que te permite ser tú mismo de forma natural. Aunque también puede ser aquella persona que aparece en el momento justo y en el lugar adecuado para ayudarte a cumplir un propósito en la vida o seguir creciendo. Para mi Erika representaba lo primero, por ser mi primer amor, ese que conocí en mi adolescencia, pero lo segundo, iba más enfocado a mi actual pareja.
    
    Esa castaña que se cruzó en mi camino cuando había dejado de creer en el amor. Aunque pensándolo bien, extrañar iba más allá de acordarnos de los buenos momentos que se vivió con esa persona, aunque hace mucho que la hemos sacado de nuestro corazón y no esté en nuestras vidas, su recuerdo nos asecha de noche y de día. Cómo una marca que no elegimos tener y que nos recuerdan un dolor que se pudo haber evitado, si las cosas hubieran ocurrido de otra manera.
    
    —¿Le contesté a Alejandra? Bueno, no es que sea mi asunto, pero creo que debería saberlo —me miró expectante.
    
    —Aún no, pero lo haré —miré por la ventanilla.
    
    Gina, al igual que mi pareja estaban al tanto de mi antigua relación y de cuánto había sufrido con el paso de los años. Porque, así como hay personas que dejan una huella imborrable en tu corazón, hay otras que dejan una cicatriz que puede llegar a doler por toda una vida.
    
    —¿Y qué quería está vez? —llamo mi atención.
    
    —Quiere que sea su amante —
    
    —¿Su amante?, pero ¿quién se cree? Ni porque fuera la última Coca-Cola del desierto —dijo ofendida.
    
    —Ese no es el problema —coincidí con su mirada.
    
    —No me digas que lo estás pensando —me miró incrédula.
    
    —Gina —la reprendí.
    
    —No he dicho nada—retomó la compostura—¿Entonces? —
    
    Pero justo cuánto le iba a responder, la puerta de la oficina se abrió y mis ojos se quedaron inmersos en aquella melena castaña pelirroja que me hizo sonreír. Aquel tono enmarcaba las dulces facciones de Alejandra, la mujer que me había enamorado con su manera tan tierna de tratarme.
    
    —Octavia, ¿Podemos hablar? —
    
    —¿Por qué tanta formalidad si son pareja? —expuso Gina, mientras arqueaba su ceja.
    
    —Vale, vale, se me olvida que tú conoces lo nuestro —se acercó para darme un pico.
    
    —Gina, te importa si —le indiqué la puerta.
    
    —Oh, si, ya me iba—dijo y mi novia sonrió—Nos vemos O —uso el diminutivo que me colocó Alexandra desde la primera vez que nos conocimos.
    
    Mientras veía como mi amiga salía de ...
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