1. Más que un relato de enfermeras


    Fecha: 12/08/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... preocupaba en absoluto. Cuando me dirigí al baño de la habitación, al incorporarme, es cierto que sentí un leve mareo. Llevaba mucho tiempo sin moverme más allá de cuatro paseos por el pasillo acompañado por alguien. No dije ni mu. Necesitaba esa ducha más que respirar.
    
    Al verme entrar en el baño, Laura que pasaba por la puerta, se dirigió a mi:
    
    - En ese baño vas a estar muy incómodo. Debes ser más ancho de hombros que ancho tiene la ducha. Dame dos minutos que te preparo el baño grande que tenemos para cuando hay que asear a alguien entre varias personas. Así puedes ducharte cómodamente - dijo mientras se alejaba.
    
    - Pues no se me había ocurrido, la verdad - dijo Inés que seguía en la habitación atendiendo a mi compañero de cuarto. - Siéntate mientras Laura te prepara ese baño.
    
    Obediente, hice lo que me sugirió. La perspectiva había mejorado. Iba a tener un baño para mi solo para quedarme nuevo.
    
    Pasados cinco minutos, entró Laura en la habitación para avisarme que ya podía ir al baño. Me acompañó hasta la puerta de mi habitación y desde allí me indicó hacia dónde tenía que ir. Raudo y veloz me dirigí hacia el ansiado baño hasta que por el camino me interceptó Maru, la coordinadora de la planta.
    
    - ¿A dónde vas tan deprisa?
    
    - Hacia el baño grande. Me lo ha preparado Laura porque dice que ahí estaré más cómodo.
    
    - Sí, bien pensado. En los de la habitación ibas a empaparlo todo porque son muy pequeños. Espérame un minuto que te acompaño.
    
    - No. No te preocupes, Maru, se llegar. Me lo ha indicado Laura.
    
    - No, si no es que no sepas llegar, es para ayudarte a ducharte.
    
    Me dejó petrificado. Mi “plan” se había ido a tomar por saco. Reaccioné bastante mal, y se me debió notar en la cara:
    
    - No voy a arriesgarme a que te marees mientras te duchas y te caigas. Llevas bastante días sin andar y no quiero sustos - dijo de forma bastante contundente.
    
    - Me encuentro perfectamente…
    
    - Mira, si es porque te da vergüenza, es algo que tendrás que superar. Piensa en mí como si fuese tu madre. Tienes que ducharte, y no vas a ir tú solo.
    
    Puesto que no era mi intención, en ningún momento, cuestionar su profesionalidad decidí dejar de discutir de inmediato. Terminó de colocar un par de cosas y nos dirigimos al baño.
    
    Al llegar, me sorprendió bastante lo bien que estaba montado ese baño. Era enorme, con la ducha más grande que he visto hasta la fecha, y pensado para que pueda ayudarse a la persona que está dentro sin formar un estropicio. La ducha estaba a la derecha y a la izquierda había un pequeño mueble de la altura de una mesa, pensado para dejar la ropa, jabón, etc.
    
    Maru colocó el indicador de ocupado en la puerta, abrió el grifo y me ayudó a desnudarme. Rápidamente me fui hacia la ducha para sentir un placer increíble. Cómo necesitaba sentir el agua recorriendo mi cuerpo. Al ver la escena, Maru me dio un par de minutos de recrearme con el agua dándome en la cara.
    
    - ¡Madre mía! Sí que necesitabas darte una ducha. ...
«1234...7»