1. Más que un relato de enfermeras


    Fecha: 12/08/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Nos situamos hace casi diez años. Por entonces estaba estudiando la carrera, cuarto de telecomunicaciones, y me habían quedado un par de asignaturas para septiembre. Un verdadero éxito comparándolo con años anteriores. Como ya estábamos en agosto, a un mes escaso de los exámenes, había empezado a estudiar de forma algo más intensiva. Cada día me levantaba a una hora prudencial, entre las 8 y las 9, y me iba a la biblioteca a estudiar tres o cuatro horas. Con ello, según mi experiencia, era más que suficiente para sacar esas dos asignaturas enquistadas y asegurarme de tener las tardes libres y disfrutar un poco del verano.
    
    El día en cuestión salí de la biblioteca sobre las doce del mediodía. Cogí el coche y me dirigí directamente a casa para prepararme algo de comer. Estaba feliz. Desde hacía algún tiempo, las cosas me estaban saliendo bien, más o menos según las tenía planeadas.
    
    Pero, como se suele decir, hay cosas que es mejor no pensar o decirlas en voz alta. Llegando a casa, dando el último giro a la derecha para encarar la calle donde vivía un autobús no respetó la señalización (apuró el semáforo más de lo debido) y me impactó lateralmente. Recuerdo pocas cosas y un poco mezcladas del momento: todo girando, el ensordecedor ruido de los airbags saltando, ruido de cristales y un momento en blanco. Para, a continuación, verlo todo casi como si fuese una película: gente gritando, yo en el suelo recostado y de fondo escuchándose la música que llevaba en el coche. Sigo sin saber por qué sonaban los Beach Boys. De los pocos recuerdos que tengo de ese primer instante tras el impacto, recuerdo haber pensado que sería lamentable irme con “Surfing USA” sonando de fondo.
    
    Casi instantáneamente apareció la policía y una ambulancia. Con mucho cuidado, y miedo, me sacaron del coche, me subieron a una camilla y fuimos rumbo al hospital. En ese momento, tu perspectiva sobre las ambulancias cambia. Es muy extraño verte como el protagonista de esa carrera hacia el hospital. Y asusta ver a tanta gente pendiente de ti.
    
    Llegamos al hospital. Me pasaron inmediatamente y empezó la batería de pruebas. Algunas más agradables que otras. La verdad es que únicamente me dolía el abdomen y no era una cosa exagerada. Tras unas horas tocaba la siguiente escena desagradable y reconfortante a la vez: ver a tus familiares y amigos. Asustados. Muy asustados. No sabía cómo transmitirles que me encontraba bien. Afortunadamente tras unos unos minutos los ánimos se calmaron al ver que estaba entero. Aunque estaba en una cama, podía moverme perfectamente, no tenía ningún dolor que me volviese loco y al parecer seguía hablando de una forma más o menos coherente.
    
    Tras unas horas de espera vino la doctora a darme el diagnóstico: estaba todo bien, excepto por una pequeña hemorragia interna. Que todavía no se atrevía a valorar. Traducción: al menos un mes en cama ingresado en el hospital. Un alivio y un mazazo a la vez. Rápidamente caí en la cuenta de cómo mis planes se ...
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