1. Codicia


    Fecha: 11/08/2019, Categorías: Confesiones Autor: coronelwinston, Fuente: TodoRelatos

    ... vacaciones. Media hora más y habíamos perdido nuestras vacaciones. Seis mil euros reposaban en las manos del casino.
    
    Como íbamos perdiendo, Susana cada vez apostaba más fuerte. En su ánimo estaba poder recuperar con una mano afortunada. Pero sería sólo eso, una mano afortunada. ¿Cuántas manos se necesitaban para recuperar diez mil euros?.
    
    Mis intentos por sacarla de allí, fueron vanos. Quería recuperar y estaba segura de ello, pero no llegaba la recuperación. Cuando perdíamos doce mil me levanté y tomé a mi mujer del brazo fuertemente y le escupí en la cara que ya estaba bien, que nos íbamos. El calvo orondo, temiendo algún espectáculo producto de mis nervios, se acercó a mí y me preguntó que cuanto perdíamos. Contesté que unos doce mil.
    
    Tras mirar a los demás jugadores, volvió su rostro a una desencajada y acalorada Susana. Después, a mí, al poseedor de la tarjeta sin final.
    
    -Mucho dinero-gruñó-para una pareja que están de vacaciones. Podríamos solventarlo si existe predisposición, claro, pero sería una excepción al estatus que marcan ustedes. Aquí no queremos quedarnos con el dinero de nadie. Ya sabe, unos cientos…jugar por pasar el rato, pero…arruinar las vacaciones a gente trabajadora, no es nuestro estilo. De manera que les brindo una oportunidad. Quiero que recuperen sus pérdidas. O al menos tengan una opción real. Han perdido cerca de doce mil euros. Yo no puedo ofrecerles que recuperen todo el monto, pero tras una pequeña subasta, no se irán con las manos vacías.
    
    ¿Una pequeña subasta?, ¿Qué coño estaba tramando ese calvo insolente y repelente?. La cara de Susana se alivió al escuchar la palabra mágica “recuperar”.
    
    -¿Qué quiere decir con una pequeña subasta?, ¿Qué es lo que hay que subastar?-.Pregunté.
    
    -A su mujer.
    
    -¿Queeeeeeeeeé?, ¿Qué está diciendo?
    
    -Hay dos formas de recuperar el dinero perdido: Sigue utilizando su tarjeta mágica o bien-Hizo una pausa que me pareció eterna-su mujer juega con su cuerpo.
    
    Si yo me quedé como si me hubiesen dado un golpe en la cabeza, Susana encajó las palabras del calvo de inmediato.
    
    -Explíquese por favor-Inquirió Susana.
    
    -Comprendan la situación. Esto es un casino y ésta, una partida clandestina. Privada. Para gente especial. Para gente ambiciosa. Para gente que arriesga. Ustedes han arriesgado y han perdido. Yo les ofrezco recuperar una suma, que si me lo permiten, estoy seguro que será importante. Y unas condiciones ventajosas. Pero ustedes deciden. Pueden salir de aquí como entraron. Con su dinero y su moral intacta. ¿Qué me dicen?.
    
    -No me ha explicado en qué consiste el asunto, ni esa subasta, ni…
    
    Susana parecía haber tomado las riendas de la conversación. En realidad, así era. Yo ya no daba de si. Por mi cabeza pasaban imágenes de la playa, recordaba los sonidos de las olas al estrellarse contra algunas rocas cercanas al malecón. Recordaba a Susana, tan morena, tan esbelta, tan viciosa en nuestras tardes o noches de hotel cuando me cabalgaba a la vez que ...
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