1. Caso sin titular XLVI: la doble violación.


    Fecha: 11/08/2019, Categorías: No Consentido Autor: AcechadorLD, Fuente: TodoRelatos

    ... -escuchaba decir a su chico, primero en voz baja para, poco a poco, ir subiendo el tono según ella trabajaba el miembro viril-... que le jodan... puffff... jooooder... puffff... sigue... sigue... puffff... que se joda... pufffff... qué bueno... puffff... que se joda ese cabrón de mierda... puffff... qué bueno... Diosssss... qué bueno... puffff... jooooder... puffff... ¡¡¡qué te jodan, maricón de mierda!!!... -gritó al final, estallando a la vez en la boca de su chavala- ¡joooodeerrr!...
    
    No hacía ni cinco minutos de la descarga, cuando su chico se zambulló en la piscina y pasaron de la excitación a tener que rescatar sus gafas del fondo.
    
    Esa misma noche, el novio de Laura sugirió cenar junto a la piscina y a ella le pareció bien, incluso era algo que podía tener un tinte romántico.
    
    Lo que descubrió es que, en realidad, su chico también tenía un punto exhibicionista o, mejor dicho, de exhibirla a ella, casi como si fuera un trofeo del que presumir.
    
    Hicieron el amor allí mismo, sobre el suelo de la terraza, junto a la piscina, sin cortarse, justo después de cenar y, en cierto sentido, a ella también le ponía.
    
    En cierto modo, excitaba la situación, quizás porque no era lo mismo el típico mirón de playa, que se te planta justo al lado y no te quita ojo de encima, al de ese otro mirón, al que ni siquiera podía ver realmente, que estaba tan lejos que casi era como si no estuviera allí y, a la vez, estando, en cierto modo, presente.
    
    Y, de nuevo, su novio terminó lanzando algún que otro comentario en voz alta dedicado a ese mirón que imaginaban allí, pendiente de todo lo que hacían las 24 horas del día, quién sabe si como juego o como una forma de reforzar su autoestima varonil.
    
    El día siguiente amaneció soleado, sin viento ni una sola nube en el cielo, pero sin una serie de productos de higiene y, especialmente, comestibles.
    
    Además, también se habían acabado el ron y el Martini, así que su chico cogió el coche para acercarse a comprar todo lo necesario, tras despejarse en la ducha después de hacerlo una vez más nada más levantarse.
    
    Laura se quedó preparándose el desayuno.
    
    Hacía tan bueno que decidió que sería un momento ideal para combinar la alimentación con tomar un rato el sol.
    
    Al fin y al cabo, el desayuno es una de las tres comidas más importantes del día, se dijo a sí misma, sonriente y todavía ligeramente agotada tras la dosis de sexo con su novio de esa mañana.
    
    Se pudo imaginar descansando al sol, recargando baterías, para cuando su chico regresase y recibirle así, deseosa de continuar con lo que habían empezado esa mañana.
    
    Contenta, se puso el bikini negro, uno que le quedaba especialmente bien, enmarcando sus firmes pechos y cubriendo ese volcán que todavía sentía con una chispa en su interior, necesitando ser calmado.
    
    Hubiera podido ayudarse a sí misma tocándose, masturbándose hasta llegar al orgasmo para liberar la tensión acumulada porque, aunque había sido buena la sesión de esa mañana, se había ...
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