Infinito 7 - Relatos Eróticos

Infinito 7

... color hubiera desaparecido, la tierra era yerma y los edificios estaban en ruinas. Era el vivo retrato del inframundo, después de andar por un estrecho camino Rea llego al templo custodiado por Medusa. Cuando llego a la entrada no pudo evitar tragar saliva, sujeto con fuerza el escudo y se dio fuerzas a sí misma. La entrada se encontraba llena de antiguos guerreros convertidos en piedra, eran guerreros de distintas épocas, el lugar estaba iluminado por la luz de varias antorchas, tendría que estar atenta.

El tempo estaba medio derruido y la mitad del suelo era un socavón, al acercarse se dio cuenta de que en el fondo había un lago de lava hirviente, esto todavía hacía más peligrosa la misión. No tardo en escuchar el mismo sonido que hacía una serpiente de cascabel, sabía qué medusa le estaba acechando. Ahora mismo se encontraba en su territorio, un territorio que ella desconocía totalmente un mal paso y estaría muerta.

Vio que por el suelo había antiguas columnas que se habían derrumbado, decidió que las usaría como escudo. Su sexto sentido le advirtió de un peligro, vio que algo se acercaba, solo le dio tiempo de apartar la cabeza. Le flecha consiguió cortarle un poco de cabello, Atenea le advirtió que era una arquera sin igual. Su cuerpo no podía dejar de temblar, Medusa la tenía en su punto de mira y ella todavía no la había visto.

Rea sabía que tenía que subir a un lugar alto, de esa manera tendría una visión completa del lugar, había pocos sitios donde Medusa pudiera esconderse. A lo lejos vio dos columnas que se apoyaban una en la otra formando una uve invertida, desde allí podría saber donde se escondía su rival. Utilizaría el escudo como espejo, no sabía si de forma intencionada, la parte interior estaba hecha de un metal tan pulido que parecía un espejo.

Según el mito de Perseo, la mirada reflejada en el espejo no tendría efecto sobre ella. Mientras subía dos flechas se clavaron cerca de ella y una tercera la hubiera alcanzado de no ser por sus extraordinarios reflejos. Levanto el escudo de forma instintiva, de esa forma pudo detener la flecha. Esta llevaba tanta fuerza que la hizo caer de espaldas contra el suelo, mientras caía pudo tener la primera visión de Medusa.

Un cuerpo mitad serpiente y mitad mujer, con serpientes en vez de cabellos, ojos rojos y unos colmillos tan afilados como los de una serpiente. Medusa era muy intimidante, todo el poder de los Titanes que se supone corría por sus venas, no impedían que estuviera aterrada. Medusa, creyendo que su presa no era muy hábil, se confió, dejo de mantenerse escondía para luego atacar.

Se empezó a mover por el lugar, dejando que su enemiga pudiera saber por donde se movía y ese fue un error fatal, Rea empezó a ver que podría acercarse lo suficiente como para poder intentar razonar con ella. Si Medusa se oponía al diálogo, no le quedaría otra que romper su promesa. Tenía la esperanza de no tener que llegar a ese extremo.

Rea miró a su costado y pudo trazar un ...