Infinito 7 - Relatos Eróticos

Infinito 7

... Gorgonas, la muerte de Esteno sirvió para poder encomendar la misión de custodiar el Megas Drepanon a Medusa – dijo Ares.

• No hay ser vivo, Dios, Titán o mortal que pueda resistir su mirada, por eso lo custodia ella, si algún Titán intentaba recuperar el arma moriría petrificado – dijo Ares.

• ¿Qué diferencia habrá entre ellos y yo? – pregunto Rea.

• Tú aparte de ser mucho más poderosa, también eres mucho más lista, llévate el arma, pero no mates a Medusa, se le prometió que si servía bien se le devolvería su antigua belleza – dijo Hades.

• Me lo estáis poniendo difícil – dijo una sonriente Rea.

Hades siguió con su relato, la espada del olimpo se encontraba en el monte Ortiss, anterior bastión de los Titanes, la espada estaba custodiada por las tres furias, Alecto, Megera y Tisífona. Eran divinidades vengativas y muy poderosas, Hades dejo claro a Delia que no sería fácil conseguir la espada. Zeus había encargado personalmente su custodia en persona y ellas solo temían al padre de todos los dioses.

• He oído historias sobre ellas, no cejan en su empeño hasta haber logrado su cometido – dijo una seria Delia.

• No solo eso, Zeus les otorgo más fuerza, reflejos y lo más importante, si alguien consiguiera la espada, ellas perderían la inmortalidad y al tener miles de años morirían al instante – dijo Ares.

• Que bien, tú anímame – dijo Delia.

• Yo iré con ellas – dijo Hércules.

• No puedes, esto lo tienen que hacer ellas solas – dijo Ares.

• ¿Por qué? – pregunto Hércules.

• Las armas eligen a sus dueños si estos son dignos, ellas tienen que demostrar que son aptas para blandirlas – dijo Hades.

• ¿Quieres decir? – pregunto Delia.

• Sí, las armas tiene vida y eligen a sus dueños, por eso Zeus y Cronos casi mueren, las armas no les eligieron, ellos eran los únicos con el poder para poder blandirlas, fueron falta de opciones – dijo Hades.

El barquero llegó, Hades, le pago para que llevara y trajera a Rea, si volvía con vida o sin ella, dependería de la audaz guerrera. Rea y Delia se besaron con sumo cariño, no sabían si volverían a verse. Delia vio como su amor se montaba en el barco y partía para encontrarse con Medusa, a ella le quedaba un largo viaje hasta el monte Ortiss. Debería enfrentarse a tres divinidades muy poderosas que incluso los mismos dioses temían.

Las dos tenían algo muy claro, no abría Medusa ni tres Furias que las separarían. Pronto estarían besándose, degustando esos cálidos y carnosos labios. Rea se encontraba en la barca, con un escudo en sus manos. Era el escudo de Atenea, como fue esta la que maldijo a Medusa, solo su escudo sería inmune a la visión de ella. Se decía que era capaz de convertir en piedra a cualquier ser, Rea era consciente que no sería fácil vencer a Medusa sin usar fuerza letal. Esperaba que todo lo aprendido de Atenea y Ares fuera suficiente, la barca se detuvo y el barquero levanto la mano en señal de que ya podía descender.

El sitio era lúgubre, parecía que el ...