Lobby Gay - Relatos Eróticos

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... una manera extraña, parecíamos como si estuviéramos en un concurso raro, como unas perras magullándonos a ambas y la verdad eso no es nada “placentero”.

Terminamos pero me sentía mega ridícula, me confesó quienes estaba en eso y me voy dando una idea de todo, era la cuadratura del círculo.

Hubo mucha más platica tipo chisme de escuela, las parejitas del año, los raritos, las y los buga cosas de ese tipo y yo le seguía la corriente porque no sabía pues como dominar en parte la situación, hasta que de ella salió que tenía asegurados mi calificación en dichas materias, pero los encuentros iban a ser mega discretos y que no fuera evidente.

Pues otra ducha nos volvimos a dar, nos cambiamos y me da un rayte de regreso, obviamente juramos discreción y puras tonterías de esas, vuelvo a estar en la Universidad, me encuentro a otros amigos y me retiro rumbo a mi casa, en el trayecto la verdad me empecé a reír sin control, ¿de qué me reía?, no lo sé a bien, dejémoslo que un psicólogo de algo de luz en ello.

Me voy dando cuenta que ese ambiente es tóxico y con muchas pasiones entre las del gremio, así como luego hay misoginia que es el odio hacia… pues aquí también abunda la misandria a las calladas y muchas son bisexuales en potencia pero lo disimulan al extremo. Es más fácil descubrir a un gay hombre (homo…) que a una lesbiana, hasta me era difícil creer quien era y estaba en esas andadas desde hace años.

Eso por supuesto te trae consecuencias ya que obviamente en mi caso me gustaban algunos chavos de la universidad y más de mi salón, pero aun así había esa rivalidad y algunas siendo lesbianas como quererse apartar tal o cual chavo, como si fueran moneditas de cambio y cuidado si te llegaban a abordar, porque había pleitos existenciales de corte pasional.

Había muchas que se aventuraban teniendo novio, saliendo con otras y sobre todo identifique que ellas hacían más el bullying a diestra y siniestra, eran expertas en hacer la triangulación, tiran la piedra desde lo más lejos y a ver a quien le echan la culpa, era de disgusto esa situación porque eran problemas más que estériles, de ahí de la cuadratura del círculo. (es un decir).

Pues había una que por deporte le gustaba inventar chismes en falso, como era pues fea y algo chaparrita no tenía pegue con los hombres, y muy poca con las mujeres, vamos entre amigas hasta la abríamos porque siempre hablaba pestes de los hombres, pues así había una que otra dentro del ”gremio” que hacia lo mismo y quedábamos como las malas del cuento. Se inventaba chismes, metía personajes (entre nosotras) que habíamos dicho, dijo ella, dicen de usted (para hacer la barba) y eso crea ambientes nada pero nada saludables.

Pues había que convivir de esa manera toda la carrera, había un punto donde ya no se podía más y ya no podía porque estaba en la tablita, ya que ella sabía de las que estábamos como “amantes” de la maestra, fue complicado. Los encuentros con dicha maestra pues fueron esporádicos, no todo ...