Lobby Gay - Relatos Eróticos

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... acariciaba, me besaba y hasta que tuve que ser recíproca con ella, le empecé a chuparle las bubies como lo hacían los demás hombres hacía con migo, hasta que medio le mordí un pezón.

Maestra: ¡Hay ¡ que rico, te pasas muñeca, me gustó eso…

En eso me embarra la otra en la cara y pues asumo mi rol lésbico.

“He de aclarar que antes y sobre todo hoy en día no me siento lesbiana, no me atraen, suena como decirlo, si lo sé muy contradictorio por las vivencias que he tenido, dirán que he tenido relaciones íntimas y que eso te hace lesbianona eso pues obvio no niego eso, pero no soy de esas que salga de la mano, o que busque desesperadamente mujeres o piense en ellas, pues no para nada, no sé cómo expresarlo o describírselos, dejémoslo en bisexual a secas, porque a mí solo me laten pues los hombres.”

En ese inter quería salir corriendo de la regadera, es cuando prefería más a mi ex jefe y sus tratos de maldito desgraciado diciéndome leperadas que hasta las extrañaba, que la verdad estar embarrándome con otra mujer, obviamente me aguanté demasiado y esa parte la respeté, pero por dentro quería no se botarme de la risa, sentía que nos veíamos mega ridículas, la verdad una dispensa, no es afán de ofender, pero aquí lo describo como pues lo pienso.

Procedimos a hacer nuestras cochinadas y es cuando se admira que estaba totalmente depilada en todo y eso pues por evidentes razones, ella traía su musgo bien delineado y una parte a medio depilar ya que cuando le realice el oral, sentía como chayote o lija,bueno nos salimos de la regadera nos secamos y directo a su habitación, amplia, con su mesa de trabajo, su cama, un buen tocador, vamos estaba en su intimidad del hogar. Me recuesta y me procede hacer el oral, me chulea mi vagina varias veces, se admira y yo más de ella ya que dije entre mis adentros que esta tipa si es bien lesbiana a full, procede a hacerme sexo oral y juraría que ya ni un hombre con esa habilidad lo hacía, parecía un macho, hasta me quede admirada de la destreza de sus manos y más de la lengua y su boca. Me decía… ¿Qué pedo con esta tipa? Y obvio la verdad y sin mentirles sentía de lo más hermoso que hay en esta vida, me trató con mucha delicadeza pero mucha intensidad, pues había que hacerlo en viceversa, obviamente no tenía esa experiencia, es muy cansado hacer eso, te quedas con dolores en la mandíbula y en lo personal estar en la entrepierna de una mujer no es nada para mi estimulante.

Total duramos bastante, puros besos que la verdad ya me empezaba a dar no se algo de asco, no tanto por el sabor porque la mujer era muy limpia y olía muy rico a perfume de marca fina, los dientes mega sanos, no me refiero a eso, no sé cómo transmitírselos, me estaba hartando la cabrona, parecía desesperada besándome en toda la cara, más bien donde ella pudiera y la verdad ya ni mis ex novios y clientes se ponían en ese plan, había algo de espacio y respeto.

Llegó la perversión total, empezamos a juntar ambas vaginas y a frotarse de ...