1. Lo siento, abuela (3)


    Fecha: 10/08/2019, Categorías: Incesto Autor: Hidden Words, Fuente: TodoRelatos

    ... Sara durante todo este tiempo por culpa de esos grandes abrigos que usaba.
    
    Nos sentamos, comenzó la película.
    
    Creo que pasé 15 minutos observándola en silencio sin que sospechara. Sara no se daba cuenta. Estaba concentrada en la película y en su helado de vainilla.
    
    No me interesaba la comedia, solo tenía ojos para ver cómo su lengua lamía ese puto helado y goteaba cada tanto sobre sus tetas. Gotas caían sobre ellas y se deslizaban hasta el interior de su top escotado. Suponía que el escote no era a propósito, simplemente sus tetas no cabían en él.
    
    El movimiento de su lengua y sus tetas chorreadas me puso a mil. Tenía una erección como una piedra. Imágenes fantasiosas de Sara en la cama no me las podía quitar de la cabeza.
    
    Cuando terminó su helado, me acerqué y le dije que le limpiaría.
    
    Pasé delicadamente el papel por su pecho para quitar el helado. Pese a la oscuridad, noté que se sonrojó. Cuando terminé de limpiarla, pasé un pulgar suavemente por la comisura de sus labios. Ella me miraba la boca.
    
    Nos besamos.
    
    Pasamos el resto de la peli comiéndonos la boca. Aprovechando la soledad y oscuridad de nuestro lugar dimos rienda a las hormonas. Pasé mi mano por debajo de su top y brasier y comencé a manosear sus tetas. Ella me tocaba la polla por encima del pantalón.
    
    Sara ya no era la misma chica inocente que conocí. O tal vez sí y me estaba aprovechando. Como fuera, la acumulación en los huevos después del rechazo de mi abuela la iba a pagar Sarita.
    
    Cuando terminó la peli y salimos del cine, le dije que podíamos ir a casa de mi abuela a escuchar música en mi habitación. Sabía que mi abuela saldría ese día por la tarde y estaríamos solos.
    
    Llegamos y nos pusimos cómodos. Encendí mi radio y alcanzamos a escuchar dos canciones antes de lanzarnos a la cama.
    
    Sara me besaba frenéticamente. Yo me había quitado la camiseta. Le metí la mano por debajo de su pantalón y sentía sus bragas mojadas. Estaban empapadas. Suavemente la comencé a masturbar. Sara respiraba agitada y sus mejillas se volvían aun más rojas.
    
    Música romántica sonaba fuerte de fondo.
    
    Me levanté de la cama y me quité lo demás, dejando mi polla al descubierto para el deleite de Sara. Por instinto la comenzó a besar, luego lamer, y finalmente chupar. Lo hacía de manera torpe, era su primera vez. Sin embargo, debo reconocer que me generaba cierto placer dicha torpeza.
    
    Tomaba la base de mi polla con ambas manos y la engullía con los ojos cerrados. Cuando se atragantaba, se la sacaba y la masturbaba lentamente. Me miraba con su sonrisa ingenua y los ojos llorosos, como pidiéndome perdón.
    
    Le pedí que se quitara la ropa también. Sara lo hizo de inmediato, dejando al descubierto esas dos tetas hermosas que al fin saciaron mi boca y un coño con algunos pocos vellos que me pedía probar polla por primera vez.
    
    Me situé encima de ella y la dejé preparada en la entrada de su vulva. Sara estaba nerviosa, así que le prometí que lo haría con delicadeza y cuanto ...
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