El pintor de renombre 4 FINAL. - Relatos Eróticos

El pintor de renombre 4 FINAL.

... chupársela y dejársela limpia al acabar.

Fabian resoplaba en la silla, con la polla reposando y esbozaba otro cuadernillo con el brazo alargado por la distancia hasta el caballete. Empezó a pensar que tal vez era el agua de la zona, eran increíbles los avances que hacían las mujeres de la casa con el sexo. Jamás le había pasado algo asi en sus más de veinte años aprovechándose del desconocimiento y la inexperiencia de las chicas y señoras que había pintado.

Y al bajar al salón a desayunar, su polla reía de los rostros y los ojos de todas las mujeres mirándole igual.

Desayuno, y dijo que iba al pueblo a por material para pintar. Enseguida se ofreció Julia a llevarle en su carro, con su mirada de deseo suplicante. Le dijo que iría más rápido a caballo, y no se tomó ni el café, necesitaba escapar unas horas, pero ya pensaba en la joven Sonia, que le dijo que le esperaba ansiosa de seguir con “su retrato”.

Volvía sonriente cabalgando al trote, habiendo estado dándole vueltas a su dilema. Un día o dos más podía aguantar, pero normalmente estaba siempre una semana, o algún día más. Asi que pensó en “algo nuevo” para tener ayuda y poder aguantar con tanta mujer cada vez más desatada e insaciable. Y aquí necesitaba la ayuda de la joven Ana, que se iba a ganar su buena dote y su propio retrato, y sabía que le ayudaría muy gustosa.

Sonia le vio llegar, y sonrió soltando el pecho que se magreaba en la ventana de su habitación sin darse cuenta. Aviso a Ana de que llevara algo de beber para los dos, y le esperaron en la puerta.

Fabian noto su polla otra vez riendo y animarse al ver a las dos jovencitas en la puerta. Sonia más ansiosa, pero Ana mirándole orgullosa de su buen rato mañanero.

-Mis dos jovencitas brujas juntas, justo lo que quería ver. Me hacéis sentir otro adolescente más con vuestras sonrisas preciosas, y vuestras miradas.

Les dijo abriendo la puerta, con las dos riendo y entrando tras él.

-Ana, avisa de que te necesito hasta la hora de comer. Ve y se lo dices a tu tío.- le dijo besándole la mejilla y ella asintiendo sin entender porque, con la otra joven igual de contrariada, y extrañada de tal muestra de cariño.

-Si señor Fabian, enseguida.- le dijo saliendo del estudio.

-Toma asiento Sonia, hoy ya sabes que la clase será diferente, pero he pensado en que Ana me ayudará. Se que os queréis mucho, y hoy lo podréis demostrar.- le explico a la joven que no entendía nada, pero asentía sonriente fijándose en la polla del pintor, creciendo bajo el pantalón.

Picaron a la puerta, la hizo pasar y la joven puso el fular en la maneta.

-Hoy serás mi ayudante, por supuesto cobraras tus honorarios, venid aquí las dos.- le dijo.

-Que honor maestro, que contento se pondrá mi tío.- le dijo colocándose a un lado, y Sonia al otro quedando de frente.

-Vamos a sacarle color a esta bella jovencita, y ella para agradecer tu ayuda, también te hará lo mismo.- les empezó a explicar, subiendo a sus culos bajo las faldas, ...