1. El pintor de renombre 4 FINAL.


    Fecha: 09/08/2019, Categorías: No Consentido Autor: CacharroLoco, Fuente: TodoRelatos

    El pintor de renombre 4
    
    Al famoso pintor solo le falta un culo, Ana y Sonia son inconscientes al ser tan jóvenes, pero él lo pasa genial castigándolas. La señora Julia ya es suya, y en poco tiempo soportara el ritmo que le gusta al artista en la cama.
    
    Sonia oyó a Leandro picar a la puerta, y se levantó rápida y dolorida vistiéndose. Fabian se limpió las babas de ella en su pecho, y le grito a Leandro que bajaría a desayunar, después de tomarse su café mañanero.
    
    La joven se vestía rápida, mirándole con su cara de niña mala. Fabian la hizo venir con él, y la joven con solo la falda puesta, se subió a la cama sonriente, con sus pechos botando.
    
    -¿Más castigos maestro?- le pregunto ofreciéndoselos, aún algo rojos.
    
    -Claro, hasta que te portes bien, y dejes de hacer semejantes locuras.- le dijo tirando de ella cogido a sus pechos hacia arriba, hasta que quedo de pie, y coló su cabeza bajo la falda con la joven riendo por las cosquillas en sus piernas, y la lengua que subia hacia arriba juguetona.
    
    Se abrió de piernas, y volvió a notar su boca ansiosa en su coñito irritado. Se llevo una mano a la boca, y agarro la cabeza del artista moviendo su pelvis y gozando. Él le amasaba los pechos, bajando una mano para apretarla más a su boca y sobarle también el culo de piedra. La joven gemía cada vez más fuerte en su mano, hasta que Fabian obtuvo lo que quería, y ella temblaba y se corría dando saltitos, con la boca sorbiéndole con fuerza y mordiéndole los labios de su coñito palpitando contento.
    
    -¡Plash! ¡Plash! ya te puedes ir, bruja.- le dijo sonriéndole y relamiéndose después de darle dos azotes en el culo que la hicieron bajar de la nube y reír nerviosa. Se vistió muy rápida, temiendo otra clase, y se fue.
    
    Ana vio salir a Sonia del cuarto de Fabian, pero pensó que habría ido a comentarle algo sobre sus clases. Las chicas, de la misma edad casi, se saludaron y charlaron de sus cosas. Eran prácticamente como hermanas, habiéndose criado juntas. Ana se excusó, sabiendo que el maestro esperaba el café, y ella su biberón.
    
    Fabian se vestía mirando por la ventana del estudio, y oyó abrirse la puerta, con el carrito que chirriaba un poco. No recordaba el ofrecimiento de Ana, y al verla al entrar, con los primeros rayos de sol entrando por la ventana, abrió la boca asombrado del aspecto de la joven.
    
    Con el uniforme abierto, el lazo azul que llevaba en la cintura a modo de cinturón definía sus curvas y esos pechitos al sol, con la montura que se apreciaba en el hueco de sus muslos por la falda remangada en el lazo, y algo de brillo en su coñito.
    
    Entro sonriente, y empezó a reír al ver la cara de Fabian, bajando su bragueta y liberando su polla que salto como un resorte señalándola.
    
    -¡Jajaja! buenos días, maestro ¿le gusta mi aspecto para traerle su café?.- le dijo sin acercarse, sirviendo café de una pequeña jarrita en una taza.
    
    Fabian no le decía nada, salió de su trance, y se giró al caballete diciéndole:
    
    -Quédate asi un ...
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