1. El abuelo (Parte 5)


    Fecha: 09/08/2019, Categorías: Gays Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... perpetración se lo metí, me costó más porque tenía que fabricar el semen, pero al rato y completamente sudado, le llené su condón y se lo di. Hizo lo mismo que el anterior. Pero tampoco se fue, todos querían más de mí. Yo creía no poder con aquello a lo que me había comprometido imprudentemente, pero miré a Anselmo y me dijo:
    
    — ¡Tú puedes!
    
    A estas alturas ya sabían todos que éramos novios o había entre nosotros alguna relación y por cada aventura le iban felicitando a él, mientras a mí me quedaban dos para follarlos y la cara de Anselmo me indicaba que al final sería él. Su compañero también me pedía participar y a mi vista se puso a darle gusto a Anselmo masturbándolo. Eso me encendió no sé si era por celos o por qué, pero me pillé de inmediato al tercero y me lo cepillé pronto y con brío. Más me costó el que me había estando mamando la polla al principio y que merecía más que los demás. Pero mis huevos tardaron en producir y expulsar, pero lo conseguí. Luego me tocaba descansar, porque follar es un esfuerzo considerable. Pero si descansé de follar, no del sexo, que en eso soy imbatible. Me puse a mamar la polla de Anselmo, muy hundida casi en el piso y arqueé mi espalda para levantar el culo y ponerlo a merced de mis colegas. Anselmo vigiló de que todos usaran preservativo, yo solo tenía que ocuparme en mantener el culito levantado, apoyarme bien en Anselmo y ofrecer mi culito como una puta deseosa.
    
    Pasaron todos, descargaron, ataban el preservativo u¡y me lo dejaban al lado, diciéndome cosas muy cariñosas, más en femenino que agradecidas. Al final, hecho una piltrafa me quedé con Anselmo y su compañero que aún esperaba que yo le follara. Yo ya estaba para que me sacaran en carretilla. Al tío se le ocurrió romper los preservativos, liármelos por mi cuerpo y restregármelos. Anselmo estaba desorientado, pero mi polla creció y el tío se me puso de espaldas después de besarme y Anselmo me deslizó un preservativo por mi polla y me animó a follarlo. Costó, pero lo disfrutó. Gritaba el oso como un cerdo cuando lo iban a degollar. Tanto que vinieron varios que estaban mirando y cuando yo me vacié en mi condón y saqué mi polla de su culo, cuatro tíos pasaron a follarlo y él seguía chillando. Anselmo y yo nos salimos de allí. Al salir Anselmo me abrazó con un brazo, la mano en mi cara y me acercó a su pecho, para darme ánimos. Nos fuimos a una ducha y Anselmo se encargó de lavarme bien y dejarme como nuevo, luego lavé yo a Anselmo y nos besamos largamente bajo la ducha.
    
    Aprovechando al máximo su propia calentura y los deseos que me tenía nos fuimos a la sala donde había camillas de descanso. No había nadie y con mis ojos le hice una súplica a Anselmo. No lo dudó y me la metió por mi culo sin preservativo, claro, que a nosotros no nos va el condón y tardó, pero se descargó de su furia contenida. Ya volvíamos a ser nosotros. Decidimos no tener sexo y solo ir de voyeurs a partir de este momento
    
    En el sexo que vimos en habitaciones ...
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