1. El abuelo (Parte 5)


    Fecha: 09/08/2019, Categorías: Gays Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... demás. Después de buscar un espacio para nosotros tres, jugamos a dar una mirada a los hombres que tenían sexo sin inhibiciones. Por lo bajo y sin darme cuenta una mano se encontró con mi polla. El toque originó un par de besos a cada uno de mis compañeros, que me correspondieron agradablemente. Pero recibí un beso desde detrás por mi espalda de modo que tuve que doblar y curvar la espalda para saber quien era y corresponder a semejante caricia. Me puse de pie y dejé que sus dedos acariciaran el eje de mi polla, cambiando de posición antes de empezar a correr mi mano por el brazo del extraño desnudo y caliente que obviamente sabía lo que me podría interesar.
    
    Mis compañeros, me dejaron de momento y se emparejaron. Yo estaba atento al intruso y solo podía adivinar pero no ver con claridad sus movimientos, porque el intruso no me dejaba volverme. El intruso era gordo, muy oso, tan velludo que parecía negro de no ser por la cara, cuya barba estaba muy bien retocada. Olía bien, tiene el pene muy pequeño y los huevos muy colgantes, dejando el pene en alto. Por más que le tocaba el pene no crecía, aunque sí se ponía muy duro. Entonces ya supe por qué me capturó. Deseaba mi polla. Me preguntó si prefería la oscuridad, pero le dije que me encantaba hacerlo con luz y delante de los demás; todo por el morbo. Pronto, repitiendo, casi copiando, el mismo juego previo que había visto en la pareja anterior del sauna de vapor, me dediqué a tentar a mi querido y espontáneo oso. Nos empezamos a besar profundamente, y me agradó el sabor de su boca, mientras nos besábamos yo jugaba con sus pezones tan gruesos y duros, mientras él acariciaba mi cara alternativamente con mi polla, luego de jugar con los pezones, exploré con mis dedos el agujero de su culo, no sin antes atravesar los balones de sus nalgas, pera medir cómo podría meter mi polla por allí. Me parecía difícil, pero no lo vi imposible.
    
    El hombre que me había tocado por primera vez dejó de besarme, sosteniendo mi verga ahora muy rígida mientras se inclinaba, haciendo que sus labios se deslizaron sobre la cabeza de mi polla que él deseaba ansiosamente. Claro que yo estaba feliz de sentir la suavidad y humedad de la boca de un desconocido, eso no lo podía soslayar.
    
    — Joder, síiiii, Anselmo, se me va el alma detrás de lo que me hace este tío… oh, joder, sí... qué tan bien... me la chupa... lento... joder, sí… —dije como queja, antes de que el otro hombre empezara a follar con Anselmo.
    
    — Aguanta, cariño, aguanta y disfruta, que para eso hemos venido…
    
    Los que estaban en torno escucharon la respuesta de Anselmo y se tomaron el permiso como cedido. Cuantas sensaciones a la vez, y todas tan tentadoras. Empieza porque un pezón está muy sensible porque me lo chupaba mientras con una mano acariciaba mi escroto. Pero las olas de machos seguían creciendo, tres desconocidos bajaban y subían toqueteando todo mi cuerpo, caray, lo hacían bien, sabían como camelarse a un chico joven y guapo. Para evitar que me ...
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