1. El abuelo (Parte 5)


    Fecha: 09/08/2019, Categorías: Gays Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... una cerveza inmediatamente después de sentarnos en el mostrador. Tenía mucha sed, quizá debido al vino y deseaba una cerveza bien fría para orinar a gusto; Anselmo pidió lo mismo.
    
    Luego de la cerveza fuimos a la sauna de vapor. Solo había una persona. Anselmo dijo que estaba bien allí porque necesitaba perder grasas y se sentaría, que yo podía ir a donde quisiera. Le dejé un preservativo por si tenía ocasión, señalándole al tipo solitario.
    
    Me fui a la ducha, me duché con el agua fría, proporcionando un interesante contraste con la temperatura bastante caliente cuando me metí en el jacuzzi. El remolino que provoqué en el agua al entrar atrajo a un número considerable de visitantes, pero nada ocurrió. Tanta quietud y los irritantes chorros de agua me impelieron a marcharme.
    
    Tomé la toalla, los condones y las chancletas de la silla me dirigí al sauna de vapor, donde varios de los cubículos tenían toallas. Al entrar, descubrí a Anselmo tal como lo había dejado y en el mismo lugar. No lo volveré a dejar aunque me orine encima. ¡Qué desatento y egoísta que fui! Ahora el lugar parecía bastante bien ocupado, aunque novel todo lleno. Había un par de tíos en la parte delantera, besándose y rechinando, así que discretamente pasé rozándolos para llamar la atención cuando me iba a sentar junto con Anselmo. Desde allí veíamos que estaban en los juegos preliminares suaves, acariciándose ligeramente, hice lo mismo con Anselmo al tiempo que extendía mi mano para tocar a otro hombre que estaba a medio metro. Se arrimó junto a mí y me quedé en medio de los dos. Los tres mirábamos a los que se estaban besando ya muy apasionadamente, tato que ya se les habían caído las toallas. Yo abrí la mía y tomé la mano de Anselmo y la puse sobre mi polla. Anselmo hizo otro tanto. El hombre de mi izquierda ponía su mano por todo mi cuerpo, pellizcaba mis pezones e intentaba pasar sus dedos por mi raja.
    
    Parecía que de momento disfrutaban con solo estos tocamientos, que hicieron que mi polla empezara a aumentar su dureza y extensión cuando comencé a frotar a lo largo de la piel desnuda de los muslos de los dos hombres que tenía a mis costados. Por fin, los dos tíos que se estaban besando se concentraron uno en el otro, porque iban a follarse y nosotros nos concentramos en lo nuestro.
    
    De pronto detrás nuestro otros dos osos comenzaron su fiesta de besos sonoros y molestos para concentrarse. Me llevé a mis compañeros al otro pasillo cerca de la puerta de cristal, por donde nos fue posible entrar por la parte de atrás a sumergirnos pronto en el obvio sexo masculino que estábamos necesitando. La cerveza y el calor agregaron su contribución agradable a mi condición actual, en un lugar donde los hombres complacen sus lujurias el uno con el otro y ellos estaban deseosos de mí como yo de ellos.
    
    En ese lugar amplio había varios grupos que estaban claramente entrelazados, y me llamó la atención porque podíamos hacer todas nuestras actividades sexuales a la vista de los ...
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