Las fantasías de un hijo con su madre XVIII - Relatos Eróticos

Las fantasías de un hijo con su madre XVIII

... madre. Raquel le agarraba la espalda, le arañaba, le clavaba las uñas, pidiéndole más. Manuel estaba tan cachondo de ver a su madre así, pidiéndole más, que la colocó en el suelo, a cuatro patas y la empezó a follar duramente, penetrándola de forma violenta, dejándosela clavada unos segundos, para volver a sacarla y volver a penetrarla, mientras la cogía del pelo y la azotaba.

Manuel: ¿Te gusta que te folle así, mami? ¿Te gusta sentir a tu hijo poseyéndote? ¿Te gusta ser la puta de tu hijo? - gemía.

Raquel: ¡Me encanta! ¡Soy la puta de mi hijo! ¡Sí, no pares, sigue follando a mami, sí, sí, sí! - berreaba.

Manuel estaba muy cachondo, le encantaba follarse a su madre en esa postura, así veía las enormes ubres de su madre moverse a cada arremetida. Eso le ponía muy bruto. Estuvo follándola así unos minutos hasta que su madre encadenó varios orgasmos muy brutales, dejándola con los ojos en blanco y la espalda arqueada. Manuel no dejaba de azotarla, de pellizcar sus pezones, de agarrarla del pelo y arquearla la espalda, forzando su postura al máximo. Pero cuando además le acarició con violencia el clítoris, le sacó la verga cuando sintió como su madre se corría como posesa teniendo un tremendo skirt, dejando el suelo perdido de flujos. La dejó reposar unos segundos hasta que se sentó en el sillón y poniéndola frente a él, la sentó a horcajadas, rozando con su verga su sensible coño.

Manuel: ¡Clávate tu sola mi polla, mami! ¡Quiero llenar tu maduro y viejo coño con mi lefa! - ordenó agarrando sus pechos y empezando a comérselos.

Raquel: ¡Eres un niño muy malo con mami! - berreó mientras le obedecía y se clavaba su verga entera - ¡A mami le encanta la polla de su hombrecito!

Raquel cabalgó a su retoño con vehemencia mientras su hijo le comía los pechos con ansia, con pasión. Raquel estaba muy cachonda, quería que su retoño se corriera dentro de su coño, quería volver a quedarse embarazada de él, le daba mucho morbo ser la madre de los hijos de su propio hijo. Era depravado, poco ético, pero excitante, morboso. No paró de cabalgarle hasta que sintió como su verga se hinchaba dentro de su coño, previendo su descarga. Manuel agarró a su madre del culo para que se incrustara su verga en lo más profundo de su coño y sin dejar de comerle los pechos, se corrió. Raquel se quedó quieta, recibiendo el semen caliente de su hijo en el fondo de su coño, teniendo un orgasmo brutal, pensando en quedarse embarazada. Cuando Manuel terminó de correrse, Raquel se bajó de su retoño y empezó a lamer los testículos y la verga de su hijo, limpiándolo.

Raquel: ¡Delicioso! - dijo lamiendo los restos de semen y jugos vaginales.

Manuel: ¡Ya te digo! - rio, besándola.

Raquel: ¿Te ha gustado? - dijo curiosa y morbosa - Después del otro día me rondaba esto por la cabeza - confesó.

Manuel: Sí, la verdad, ha estado bien - dijo acariciando la espalda desnuda de su madre con cariño.

Raquel: Cuando me hiciste lo del médico el otro día, pensé en cómo ...