1. Las fantasías de un hijo con su madre XVIII


    Fecha: 08/08/2019, Categorías: Incesto Autor: Mister Dark, Fuente: TodoRelatos

    ... adolescente de su edad, muy guapo, y sé que se fija en mí, como usted en su madre.
    
    Manuel: Le entiendo - dijo mirándola pícaro - Si fuera mi madre cometería incesto toda mi vida - dijo serio, mirándola a los ojos.
    
    Raquel: No lo dudo - rio - ¿Le gusto? - dijo mirándolo sensual.
    
    Manuel: Mucho, es preciosa y está bastante buena - la halagó - Se parece a mi madre - dijo jocoso y morboso.
    
    Raquel: Gracias, caballero, usted también está muy bueno y es muy guapo - elogió - También se parece a mí depravado hijo - dijo riendo - ¿Me ves cómo mami?
    
    Manuel: Sí - dijo agarrando su verga semi flácida por encima del pantalón.
    
    Raquel: Vamos a hacer una cosa - dijo aparcando el cuaderno en el suelo - Vamos a hacer como si yo fuera tu madre, haz todo lo que quisieras hacerle a ella - dijo morbosa - Úsame como muñeca, como si fuera tu madre, bésame, tócame como si fuera ella.
    
    Manuel se levantó decidido y se colocó en el brazo del sillón. Miró a su madre y la besó con delicadeza, un tierno beso en los labios. Le daba picos, sin tocarla con las manos aún. Poco a poco, ese pequeños besos empezaron a ser más pasionales. Raquel abrió su boca cuando la lengua de su hijo le pidió paso y empezaron una sensual danza de lenguas dentro de sus bocas, haciendo sus besos más tórridos, con las manos de Manuel agarrando la cara y el cuello de su madre. Le lamía sus labios. Ella se dejaba hacer, morbosa, y le complacía. Las manos de Manuel ahora iban desde el cuello de su madre hasta su escote, tocando al principio por encima de la ropa, pero luego sus manos se colaron por debajo de su sujetador y se las agarró. Empezó a jugar con ellas.
    
    Manuel: ¡Mami, me encantan tus tetazas! ¡Me encantas tú! ¡Me encanta besarte! - decía entre besos - ¡Quiero estar así por siempre!
    
    A Raquel le encantaba ese juego, estaba saliendo como ella deseaba. Manuel había comprendido la fantasía de su madre. Las manos de Manuel fueron bajo la fala de su madre, recorriendo sus piernas, sus muslos, hasta llegar a su entrepierna y comprobar que no llevaba ropa interior. Eso le puso como una moto. Tocó su coño y notó que estaba muy lubricado, señal de lo cachonda que estaba su madre. Raquel vio lo abultada que estaba la entrepierna de su retoño.
    
    Raquel: ¿Estás cachondo? ¿Te pone cachondo usar así a mami? - decía para provocarle.
    
    Manuel: Mucho, me encanta usar a mi mami - confesaba lo que ambos sabías.
    
    Raquel: ¡Sácatela! - ordenó.
    
    Manuel obedeció y se quitó los bóxer, quedando desnudo frente a su madre, con la verga erecta apuntando al techo.
    
    Raquel: ¡Que pollón tienes, niño! - alabó, relamiéndose - ¡Si mi hijo tuviera esta polla me pasaría el día follándomelo o comiéndosela!
    
    Raquel se quedó sentada en el sillón, con sus pechos ya al aire y levantó a su hijo, que quedó de pie frente a ella con su verga frente a su cara. Abrió la boca y sacó la lengua.
    
    Raquel: ¡Dame esa polla, hijo! - pidió.
    
    Al escuchar a su madre, Manuel agarró su verga y se la restregó por toda ...
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