1. Rita recibe el semen fecundo del tío de su esposo


    Fecha: 07/08/2019, Categorías: Infidelidad Autor: perenquen, Fuente: TodoRelatos

    Lucrecia, se dio cuenta de que le quedaba poco tiempo al joven matrimonio en su casa. Al ver que Rita no aceptaba su proposición, intentó volver a seducirla. Una tarde salieron juntas las dos mujeres de compras. En el centro comercial vieron a varias mujeres embarazadas, y Berta notó la mirada de Lucrecia.
    
    La joven entonces le pregunto: ¿no me digas que todavía sigues pensando en que me deje quedar embarazada de tu marido?
    
    -Ay Rita. No te obligo a nada. Pero no solo me harías feliz a mi sino también a mi esposo. Por otro lado, creo que te has dado cuenta de que mi sobrino no esta muy por la labor.
    
    -Ya lo se. ¡A veces, me dan ganas de dejarlo…! le comentó la joven, ante la actitud de su marido.
    
    -No lo hagas. En el fondo es buen chico. Sigue pensando en mi propuesta. Tenemos bastante dinero, y no tenemos hijos. Les ayudaremos.
    
    -¿No me estarás comprando? Le preguntó la joven con cierto enojo.
    
    -No lo entiendas de esa manera Rita. He visto que lo pasas bien con mi marido. Seguro que aún embarazadas podrías venir acá.
    
    Rita, no quiso continuar con aquella conversación. No obstante, ya en la casa, volvió a pensar en todo ello. Le quedaban pocos días antes de regresar a Cádiz. Pero, su nerviosismo aumentó, al percatarse de que eran los días de su ovulación. Tenía una regla bastante ajustada, por lo que sabía detectar claramente cuando estaba en sus mejores días de fertilidad. La mañana siguiente a la conversación con Lucrecia, se noto bastante caliente. Se tomo la temperatura y supo que estaba comenzado su ovulación. ¡Se agito! Llevaba unos días sin follar con Berto, y ansiaba volver a sentir su enorme verga entrar en su coño. No le había dejado volver a correrse dentro, pero en la última vez estuvo tentada de permitírselo.
    
    Intentó hacer el amor con su esposo en toda la mañana, e incluso después de comer, viendo que, ante el estado de aquel, apenas se le levantó. Rita se desesperó y hasta le increpó, imputándole que ello era por culpa de la droga. Ramón, no quiso escucharla mas y marcho fuera de la casa, como solía hacer en las tardes. Rita se enfureció. Se notaba tan caliente, que pensó en entregarse de nuevo a Berto. ¡Sabía que, si Berto la tomaba en ese momento, seguro que la preñaría! Ello la retuvo. Pero a medida que iban pasando las horas, más caliente y enfurecida se ponía.
    
    En una de las ocasiones, se dirigió a la cocina con la finalidad de tomar algo. En ese momento, encontró dentro a Berto, que ya se movía por la casa, el cual se hallaba sentado a la mesa tomando un refresco. Lucrecia observó como se acercaba la joven, y mirándola a la cara, decidió salir dejándolos solos, a ella y a su marido.
    
    Berto, observó el perfecto trasero de la joven, mientras se agachaba para tomar una botella del refrigerador. Al darse cuenta, la joven le dice: ¿no me digas que me estabas mirando el culo?
    
    El hombre se sonrió, exclamando: ¡estas para clavarte por ahí también!
    
    La joven se excitó con aquellas palabras, y, observando el ...
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