1. Un día de mierda - 5


    Fecha: 07/08/2019, Categorías: Bisexuales Autor: MadridRelatos, Fuente: TodoRelatos

    [...] … la misma matrícula de por lo menos diez años de antigüedad a la que había estado siguiendo por la autovía el día en que perseguí al hombre que se morreaba con Maite a la salida del gimnasio.
    
    Me acababa de follar al amante de mi mujer.
    
    Me quedé blanco y mudo en aquella garita de seguridad. El pobre senegalés, me miraba atónito
    
    ¿Tú problema? ¿Policía? ¿Robado?
    
    No, no … tranquilo de verdad … le contesté, sólo quería comprobar que mi amigo no había cambiado de coche.
    
    Esta explicación era aún más absurda que la anterior pero por fortuna no creo que hubiese entendido nada. Hice amago de buscar un billete en el bolsillo para darle algo de propina pero me había puesto los pantalones de deporte y allí no llevaba nada. El vigilante que vio mis intenciones me explicó como buenamente pudo y en su castellano macarrónico que no era necesario y que me olvidase del asunto. No pensaba hacerlo y a la mañana siguiente le soltaría veinte o treinta euros de propina como poco. Me acababa de ayudar a descubrir algo cuyo valor, para mí, no podía ni imaginar.
    
    Cuando subí de nuevo a la habitación, la cabeza me iba a estallar. No entendía nada de nada.
    
    Aprovechando las compras que había hecho esa tarde, me puse un doble de güisqui con hielo. Quizá era hasta un triple.
    
    Por una parte, acaba de cumplir, sin proponérmelo, el sueño de todo marido engañado: le acaba de dar por el culo al hombre que se estaba tirando a mi mujer y además de forma literal. Por otra, lo primero que pensé es que Maite y Javier, su amante, estaban conchabados y me habían enviado el video con el acuerdo de ella pero todo era absurdo…
    
    El video me lo habían mandado antes de que yo descubriese que Maite tenía un lío con otro hombre, que luego había resultado ser Javier. Además en mi cabeza no entraba un comportamiento tan retorcido de mi mujer. Podía entender que se hubiera enamorado de otro tío, incluso que se hubiera cansado de mí, pero me resultaba incomprensible un comportamiento así por su parte. Nos conocíamos desde los veintipocos y Maite no era así. De enterarse de lo del video podría haber reaccionado desde con unas risas y la proposición de organizar un trío, hasta mandándome a la mierda y echándome de casa como por otra parte había reaccionado yo al enterarme de su infidelidad pero en ningún caso montando un circo como ese.
    
    Finalmente llegué a la conclusión de que las explicaciones más simples suelen ser las más acertadas.
    
    Javier y Maite se debían de haber conocido seguramente en el gimnasio. Él tenía pinta de ser asiduo por lo que acababa de comprobar. Se habrían enrollado y en alguna ocasión Javier le investigaría el móvil. Mi mujer es un absoluto desastre en lo relativo a las contraseñas. La de la tarjeta, el PIN del móvil y la clave del ordenador son siempre “1234”. Hasta cuando en el trabajo le obligaron a cambiarla por algo más seguro, recurrió al consabido “nombre de su hijo mayor + año de nacimiento”. Me imaginé que sin mayor problema, Javier ...
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