Rosa, sometida y torturada IX - Relatos Eróticos

Rosa, sometida y torturada IX

... que sufrí no le puede gustar a nadie, aunque era preferible sabiendo que me esperaba una muerte horrible en manos de mis captores.

-Ven, siéntate aquí.

-No te cortes, que no te voy a hacer nada.

Me dijo dando unas palmadas en sus piernas.

No quería empeorar la situación, por lo que me senté sin pensarlo dos veces. Ya sabía que me iba a magrear a gusto, por lo que no me sorprendió cuando metió las manos por dentro del vestido y me tocó la vagina y los pechos.

-Guarra, no tienes hartura, con solo tocarte ya te estremeces.

Mis estremecimientos eran de dolor, al sujetar los pezones con sus dedos y apretarlos.

Podía notar como su polla iba poniéndose dura apretada a mis nalgas, mientras me besaba en la boca y acariciaba donde quería.

Lo que evitó que la cosa fuera a más, fue la llegada de una furgoneta negra, hasta la explanada de delante de la casa. De donde se bajó un negro que más parecían dos, de grande que era. Calculo que mediría casi dos metros de alto, y como un armario de ancho.

Enseguida abrió la puerta trasera para que se bajara alguien a quien ya conocía, que no era otro que el sádico moro que me torturó.

Mientras Salahudin caminaba hacia nosotros, se abrió la parte trasera de la furgoneta, bajando tres negros igual de grandes que el anterior, para coger lo que parecía un ataúd cubierto por un manto verde, todo adornado con símbolos en rojo y Oro, que seguían de cerca los pasos de su Amo.

Todos quedamos sorprendidos por la extraña comitiva que se nos acercaba. Parecía un ritual funerario, con Salahudin caminando delante seguido por los cuatro negros llevando la caja.

Por mi cabeza pasó la idea, de que estaría vacia y era para meterme a mí y poder llevarme oculta dentro. Tenía la esperanza de que fuera viva.

Continuará.

Marirosa.