1. Rosa, sometida y torturada IX


    Fecha: 07/08/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Ladyrosa, Fuente: TodoRelatos

    Rosa, sometida y torturada IX
    
    Pensaba que me iban a dejar descansar, para estar fresca y presentable, así aumentar el valor de mi venta, pero lo que yo pensaba y lo que pensaban ellos, difería mucho, porque no hacía ni diez minutos que estaba descansando, cuando uno de los guardaespaldas se me acercó tocándose la polla por encima del pantalón.
    
    -Hola putita. -¿Tú te has pensado que estás aquí de vacaciones? -Venga a ganarte la comida, suponiendo que te queden ganas, después de comerte esto que traigo aquí.
    
    Miré hacia donde estaba Don Gustavo tomando un refresco a la sombra, viendo como una sonrisa cubría su cara. Estaba casi segura de que lo había mandado para que le diera un espectáculo conmigo.
    
    Enseguida sentí pasos y pude ver como se acercaba el otro guardaespaldas riendo.
    
    -Por favor, dejadme. –Estoy muy dolorida.
    
    -¿Dolorida? Jajajaja. –Dolorida vas a estar cuando terminemos contigo.
    
    Me hicieron poner de pie, ocupando la hamaca el primer gorila, haciendo que me agachara entre sus piernas, para sacándose la polla, hacer que me la metiera en la boca. No tardó mucho en ponerse dura como las barras del asiento donde estaba, entraba y salía de mi boca, follando y no dando apenas tiempo para que le lamiera la punta. Me sujetaba de la cabeza y le imprimía un ritmo violento, llegando hasta mi garganta.
    
    El otro, después de meneársela un poco mirando, me la introdujo por la vagina, sujetándose a mis doloridas tetas, iniciando también un rítmico mete y saca, acompasado con su compañero. Las lágrimas y ganas de vomitar eran inevitables. El dolor en mis tetas estrujadas, junto con las violentas embestidas de ambos, no buscaban darme placer, sino, dar motivo para que con mi sufrimiento, Don Gustavo se excitara.
    
    Esperaba que llegaran pronto al orgasmo y terminara todo eso, pero sus planes eran otros. Me hicieron sentar encima del gorila que me había estado violando por la boca, de cara para él e introducir la polla por mi vagina, mientras el que me estaba violando por la vagina me la puso en la entrada del culo, para después de varios empujones meterla violentamente.
    
    No sé que era peor, si estar medio ahogada con una polla en la boca y otra en el coño, o tener las dos metidas en mis agujeros, anal y vaginal al mismo tiempo.
    
    Ahora dada mi posición, si podía ver como Don Gustavo disfrutaba con el espectáculo. Yo diría que incluso más que si fuera él uno de mis torturadores.
    
    Yo estaba sufriendo lo inimaginable, por estar muy dolorida con anterioridad, pero eso no era impedimento para que me sujetaran las tetas desde detrás y me las besara y mamara el de delante, al caer mis pechos a la altura de su cara.
    
    Me estaban ordeñando la poca leche que me había dado tiempo a reponer, pero lo peor era que me estaban dejando los pezones inflamados y rojos como dos cerezas maduras. Si ya rozarlos era para estremecerme de dolor, el apretarlos con los dientes era para desear no tenerlos.
    
    El resultado de mi sufrimiento era el motivo del ...
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