1. Rosa, sometida y torturada IX


    Fecha: 07/08/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Ladyrosa, Fuente: TodoRelatos

    ... disfrute de Don Gustavo, que lo podía ver completamente erecto y sin perder detalle de mi doble violación.
    
    El tiempo parecía haberse detenido y esos dos degenerados aguantaban sin correrse mucho más de lo normal, intensificando mi sufrimiento.
    
    No sabría decir el tiempo que estuvieron violándome, cuando con unos estremecimientos se corrieron dentro de mí, dejándome completamente exhausta. Para terminar me hicieron que les limpiara las pollas con la boca.
    
    Me cogieron entre los dos de los pies y los brazos, para lanzarme como un fardo a la piscina.
    
    -Hala, a bañarse guarra. –Estás hecha una cerda.
    
    El agua fresca me reanimó un poco y aproveché para limpiarme el semen de mi vagina y culo, por lo menos el que rebosaba.
    
    Enseguida me apremiaron para que saliera, por lo visto no querían que perdiera el tiempo.
    
    -Venga puta, que no tenemos todo el día. –A comer que se te enfría la comida, jajajaja
    
    Tenían razón, Don Gustavo me esperaba con la polla erecta, para darme de comer.
    
    -Putita, empieza a comer por el postre. –Primero te comes el plátano y luego la comida.
    
    Más que un plátano, su polla parecía una banana, gorda y dura, palpitando entre sus piernas, con la punta cubierta de líquido preseminal. No me quedó otra que meterme aquello en la boca y empezar a lamer y chupar, para hacerle llegar cuanto antes el orgasmo.
    
    Mientras que yo estaba debajo de la mesa, de rodillas chupando su polla, fueron sirviendo la comida, porque cuando se corrió en mi boca y se la dejé bien limpia, ya me habían puesto un cuenco en el suelo al lado de Don Gustavo y él tenía delante, encima de la mesa unas bandejas con toda clase de mariscos y pescados.
    
    Cuando se iba comiendo algún langostino o gamba, me iba echando las cabezas en el cuenco, para que yo me las comiera. Todo lo que iba desechando pasaba a mi cuenco para que yo aprovechara los restos.
    
    -Puta, chupa las cabezas, que eso ya nos has demostrado que haces muy bien. Jajajajaja
    
    Yo estaba hambrienta y no me importaba comer lo que iba dejando, ya que muchas veces dejaba mucho sin aprovechar.
    
    Él sin embargo seleccionaba lo más exquisito acompañándolo con champán, que uno de sus esbirros, le iba sirviendo en una copa.
    
    El tiempo que duró la comida, me dejaron en paz y únicamente decían comentarios sobre mi situación.
    
    -Puta, tus privilegios como invitada se terminaron, al abusar de mi confianza.
    
    -Ahora serás tratada como lo que eres, una puta esclava.
    
    Cuando terminó de comer, me dio una patada en el costado, tirándome de lado al suelo.
    
    -Venga guarra a ducharte y arreglarte, para que estés presentable para tu adorable pretendiente. Jajajaja
    
    Protegiendo la parte dolorida con mis manos, me dispuse a pasar el interior de la vivienda, pero esta vez no iban a cometer el mismo error y un guardaespaldas me acompañó sin soltar mi brazo en ningún momento.
    
    Todo el tiempo que estuve duchándome me estuvo vigilando, sin perderse detalle y cuando terminé, me acompañó hasta mi ...