1. Rosa, sometida y torturada IX


    Fecha: 07/08/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Ladyrosa, Fuente: TodoRelatos

    ... pocilga, para atarme a la cama con una cadena y dejarme tendida.
    
    Esperaba una nueva violación, pero en cambio se marchó dejando que intentara descansar un poco. Por o menos lo intentaría, ya que debido a lo dolorida que estaba, no podía ni dormir.
    
    Daba igual la parte de mi cuerpo que me rozara, porque todo me dolía. Los pezones duplicaban su tamaño habitual debido a la inflamación y mi vagina y culo mandaban punzadas de dolor al cerebro. Había podido apreciar en el espejo, la cantidad de moratones que cubrían mi cuerpo, desde las tetas hasta mis muslos.
    
    Resumiendo, estaba toda hecha un desastre, debido a los muerdos rojizos que cubría mi cuerpo desde el cuello hasta los pechos.
    
    Dudaba mucho que en esa situación nadie llegara a pujar mucho por mí. Estando mucho más presentable, no había llegado el Jeque a la cifra pedida por Don Gustavo. Ahora con los pechos marcados por correazos y muestras de un excesivo abuso, no alcanzaría tanto valor para nadie.
    
    Estaba sumida en mis pensamientos sin darme cuenta del tiempo transcurrido, cuando sentí los pasos del gorila, que ya venía a traerme un vestido, para recibir al mandatario árabe. Dejando el vestido sobre el respaldo de la cama, me desató la cadena del tobillo, apremiando para que me vistiera.
    
    -Putita, venga a ponerte guapa, que ya mismo llegará tu amante novio. Jajajaja.
    
    -Le debites causar muy buena impresión en la sala de fiestas, porque está decidido a llevarte con él. -No me extraña, porque si yo pudiera, también te tendría a mi servicio y despertar cogido a esas tetas, mamando como un choto.
    
    El vestido era de una pieza, en color blanco perla, que cambiaba de tono, según la incidencia de la luz, desde el blanco hasta un tenue rosado. Únicamente iba sujeto al cuello por una cinta atada a la nuca con un lazo y con toda la espalda al descubierto hasta un poco por debajo de la cintura. Por delante se componía de dos triángulos de tela, que desde la cintura cubrían mis pechos por delante, dejando los costados y el escote muy al descubierto, pudiéndose ver los costados de mis pechos. La parte de abajo llegaba hasta los tobillos, pero abierto por los costados, dejando ver mis piernas hasta las caderas y según con qué movimiento, incluso mi entrepierna. Esa era la única prenda de vestir que llevaba, sin ropa interior.
    
    Por supuesto no me dieron calzado alguno y seguía descalza igual que había estado desde mi llegada. Pero en lo que menos se iban a fijar era en mis pies, ya que los pezones se notaban con total claridad formando dos bultos sobre el vestido.
    
    Después de disimular con maquillaje y pinturas mis ojeras y mala cara, salí acompañada del gorila, hasta donde me esperaba Don Gustavo tendido en su hamaca.
    
    -Hola putita, ya veo que te has puesto de gala para recibir a tu amante.
    
    -Te causó muy buena impresión la vez anterior que te folló y quieres que te lleve con él para seguir follando. Jajajaja
    
    Sabía que se burlaba de mí, porque había presenciado mi tortura y lo ...