Internamiento cruel. venganza de la vieja señora.1 - Relatos Eróticos

Internamiento cruel. venganza de la vieja señora.1

... brazaletes que rodeaban mis pies sobre unos ganchos que había anclados en el suelo. No me había percatado de los ganchos. No estaba en aquel trozo de suelo por casualidad, estaba justamente situado donde estaban los ganchos anclados al suelo. Colocó un candado grueso sobre cada tobillera de mi pie y cerró con llave el candado dejando sujetos mis pies al suelo con las piernas abiertas.

En unos pocos minutos quedé atado de pies y manos, más bien encadenado por esposas y gruesos candados. No había opuesto resistencia alguna, seguía inerte debido a la droga que había recibido. La vieja señora quedó satisfecha al comprobar cómo me había inmovilizado de pies y manos con esposas y candados. Era consciente que no podría escapar de aquel lugar.

El efecto del sedante comenzó a remitir. Empecé a sentir de nuevo mi fuerza sobre mi cuerpo. Traté de escapar y liberarme de su inmovilización, pero comprobé que no podría romper el metal de las esposas ni los candados de mis pies sujetos al suelo. ¡¡ Estaba inmovilizado por completo ¡¡ . Recuperé la voz según se pasaba el efecto de la droga. Nervioso comencé a insultar a la vieja y gorda abuela para asustarla y me liberase.

-Suéltame ahora mismo puta vieja gorda, cuando me liberé te voy a dar una patada en tu enorme culo seboso ¡¡ - La grité enojado una vez recuperé mis fuerzas.

La vieja señora me miró de forma impasible, sin reaccionar. Se dirigió a un estante de la habitación y regresó con un rollo de cinta americana gris y vendas. Se detuvo ante mí:

-No vas a volver a abrir la boca. No voy a aguantar tu falta de modales. Voy a cerrarte esa boca sucia – La señora comenzó a bajarse sus grandes bragas por sus muslos y piernas para sacarlas por sus botas. Se acercó a mí con sus bragas agarradas en su mano enguantada. Quedé horrorizado al comprobar como sus bragas estaban muy sucias, llenos de restos amarillos y marrones. Eran repugnante sus bragas. Agarró mi cara con su mano izquierda y con la derecha forzó sus bragas dentro de mi boca. Utilizó su fuerza y forzó las bragas dentro de mi boca. Apretó duramente con la yema de sus guantes para que entraran por completo dentro de mi boca. No me dio la menor posibilidad, apretó fuertemente con sus dedos poco a poco para que entraran por completo las bragas sucias en mi boca. Degusté un fuerte sabor rancio a orines y restos de ano. Sentí arcadas, el sabor era muy sucio pero no podía escupirlas ya que continuó introduciéndolas más y más dentro de mi boca. Su mordaza infló mi boca, estaba completamente rellena por la seda de sus bragas sucias y rancias. Colocó la venda alrededor de mi boca y cabeza, dando vueltas una y otra vez, mientras apretada y tensaba la venda. No podía escupir mi mordaza, la presión era muy fuerte. Terminó colocando cinta americana gris sobre la venda rodeando boca y cabeza. No escatimó en el rolló. Gasto medio rolló y se aseguró que quedaba muy apretada a mi boca. Sentí una gran presión en mi boca procedente de la venta y la cinta, no ...