En la cara, los quiero en la cara - Relatos Eróticos

En la cara, los quiero en la cara

Era una noche caliente; no por el clima sino por cómo me sentía. Tenía muchas ganas de sexo, tenía muchas de sentir rico fuera como fuera, ya fuera cogiéndome a mi pareja o buscando a alguien con quien hacerlo.

Las ganas se fueron intensificando conforme avanzaban las horas y los “antojos” iban cambiando, había pasado de querer cogerme una rica vagina o culo a desear con desesperación una rica, caliente y dura verga, ya fuera para comérmela o para que me la metieran por el culo, (sí, pase de querer cogerme a una puta, a querer ser yo la puta a la que se cogieran).

Entonces comencé a ver porno, a ver travestis, transexuales, pero no era suficiente, yo quería más, algo más cachondo, algo que no hubiera probado o hecho, y hasta el momento nunca había tenido una experiencia gay, así que comencé a ver videos de hombres cogiendo hombres y mamando vergas ricas por todos lados, vergas en la boca, vergas en el culo, DOS VERGAS EN UN MISMO CULO (eso se me antoja mucho), muchas vergas rodeando a un solo tipo y llenándolo todos de semen (eso también se me antoja), cuartetos de vergas dando y recibiendo placer. Eso me prendió, al instante me sentí duro, sentí la verga palpitar y las ganas fervientes de probar algo nuevo en realidad.

Pasé de ver porno a buscar en páginas de anuncios sexuales, quería encontrar un hombre discreto que quisiera estar conmigo pero sin malas vibras o rollos, alguien con quien experimentar de forma discreta estar con un hombre siendo un hombre (porque ya había estado con trans anteriormente).

Vi varios anuncios, entre a algunos con fotos y me excité, se me antojaban y en algunos hasta les escribí, pero llegue a uno en particular que interesó mucho, era muy honesto, muy franco en lo que escribía, muy natural y real y básicamente buscaba lo mismo que yo. El anuncio no tenía ni una sola foto, no había nada para darte una idea de cómo sería el chavo, pero sus palabras me convencieron. y le escribí.

Después de algunos mensajes fuimos tomando confianza y yo me excitaba más y más. Queríamos quedar para vernos y conocernos pero los nervios me traicionaban porque ya saben que SIEMPRE es un riesgo ver a alguien por primera vez, sin embargo, por alguna razón sentía confianza en su forma de escribir, y de repente me llegaron fotos suyas… NO MAMES (o bueno sí.. jaja)!

Al instante mi verga se puso dura y comencé a babear y lubricar por el pene, la boca se me hacía agua solo de ver su rica y deliciosa verga, era de muy buen ver de cuerpo, su rostro no se veía pero de todo lo demás me sorprendí, hasta le escribí: – “¿De verdad son tuyas las fotos?” -. Eso me excitó tanto y me empujó el deseo de chupársela y sentirla tocando el fondo de mi garganta, que acordamos vernos al día siguiente.

El día llegó. Yo aún estaba nervioso y les confieso que tenía la intención de retractarme, sin embargo, entre el miedo y las ganas de mamar y que me cogieran, ganó la puta que tengo dentro, así que me lancé en caliente al hotel que quedamos a la ...