Andrea y Daniela - Relatos Eróticos

Andrea y Daniela

Andrea era una chica de 19 años, alta delgada, con poco pecho y pocas curvas y unos ojos verdes muy bonitos. Era morena y llevaba el pelo muy corto, casi rapado en la parte de la nuca y los laterales y un poco más largo por arriba. Acababa de iniciar sus estudios de periodismo, por lo que se había tenido que instalar, por lo menos mientras duraba el curso académico con su padre. Desde que sus padres se separaron había vivido habitualmente con su madre, aunque se llevaba bastante bien con los 2.

Su padre tenía unos 45 años y buena percha y desde hacía poco meses había iniciado una relación con Daniela, una chica cubana de 32 años que era cardióloga y había obtenido una plaza en el hospital. Daniela era mulata, con un cuerpo escultural con curvas prominentes, grandes pechos, pelo rizado... En fin una auténtica presiosidad que atraía profundamente a Andrea. La chica pensaba en ella como su "diosa mulata", procuraba coincidir con ella siempre que podía y, en cuanto tenía ocasión, aprovechaba para intentar espiarla de forma discreta para observarla con la menor cantidad de ropa posible. Aparte de esta atracción física que sentía Andrea, que Daniela ignoraba completamente, la relación entre ambas era bastante buena.

Solían coincidir alguna mañana cuando ambas tenían que ir a estudiar y trabajar respectivamente.

- ¿Cómo has dormido hoy, mi niña? - le preguntaba Daniela.

- Hoy bien, gracias - contestaba con tono educado Andrea. - ¿Tienes mucho trabajo hoy, Dani?

- Bastantes consultas y luego tengo que visitar a varios enfermos en el hospital - le contestó Daniela - Así que el día será un poco largo, pero, bueno, me voy acostumbrando.

" Ojalá me visitaras a mi y me hicieras un análisis completo", pensaba Andrea.

- ¿Y tú también tienes el día duro, mi niña? - preguntó Daniela interrumpiendo aquellos pensamientos lujuriosos de Andrea.

- Lo de siempre - contestó la chica - Ir a clase y poco más, todavía queda bastante para los exámenes.

- Intenta estudiar y llevarlo todo al día - le aconsejaba Daniela - No es bueno dejarlo todo para última hora. Y no te distraigas con los chicos que con lo hermosa que eres seguro que tienes muchos detrás de ti, jajajaja.

- No creas, Dani, igual les asusto un poco jajajaja.

Las 2 se rieron mucho con la broma a la vez que Andrea seguía con sus pensamientos, "La que me tienes loquita eres tú y cada día más."

Una noche, Andrea llegó de madrugada a casa después de salir con las amigas y escuchó ruido que provenía de la habitación que compartían su padre y Daniela, la puerta se encontraba entre abierta y, aunque la habitación estaba a oscuras, el reflejo de la luz de la farola de la calle facilitaba que se pudiera ver un poquito. Andrea, que imaginaba lo que estaba pasando, se acercó sigilosamente y se colocó en un lugar desde donde no la pudieran ver. Su padre y Daniela se encontraban haciendo el amor, él tumbado sobre la cama y ella encima de él, cabalgando, dando la espalda a su pareja. ...