1. Continuación de reencuentro con mi ex compañera, Alicia


    Fecha: 04/08/2019, Categorías: Confesiones Autor: morboso1957, Fuente: CuentoRelatos

    ... y se corre en tu boca, me dijo.
    
    - Contigo tengo más que suficiente y solo lo aceptaría por ti, siempre y cuando tú lo disfrutaras, dije.
    
    Entramos en la habitación y cuando voy a besarla poniendo su espalda contra la pared me pone una mano en el pecho y me dice que espere.
    
    - Lléname la bañera, me pide, mientras empieza a desnudarse.
    
    Entra en el cuarto de baño, desnuda y radiante, se sumerge en la bañera llena de agua inmaculada y me dice que la mire mientras se baña, que la vaya deseado.
    
    - ¿Más aún?, le pregunto.
    
    - Si, más, ahora soy yo quien quiero hacértelo desear. Me has hecho sufrir antes y ahora te vas a enterar, me decía con cara de pícara y sonriendo.
    
    Las sales de baño liberan, dulces esencias y burbujas entre sus piernas, invadiendo su cuerpo como yo quisiera hacerlo. El movimiento de sus piernas y pies entrando y saliendo del agua me estaban excitando. Sus pechos flotando en el agua me incitaban a acariciarlos, pero me lo impedía con sus manos, mientras se enjabonaba. Empiezo a desnudarme con la intención de meterme en la bañera y con un movimiento de su dedo índice me dice que no, y me dice que me quede ahí de pie mirándola y deseándola.
    
    Me pide que la enjabone. Arrodillado en el suelo, masajeo su cuello, los hombros, la espalda, después de haberlos untado con gel que suaviza el roce de mis manos. Ese contacto me excita y noto que abre su piel al deseo y desvela su sensibilidad a lo que va a suceder. Sus suspiros se incrementan mientras mis manos se esfuerzan en sentir. Masajeo su espalda siguiendo la senda del surco de su culo, mientras con la otra mano la llevo a sus pechos que voy acariciando.
    
    Es un masaje lento y voluptuoso, que se despliega invadiendo gradualmente su cuerpo pero que no me deja indiferente. Mi erección da fe de ello. Me mira, mira mi polla y sonríe. Sigo delineando su vientre. Me gusta acariciar su vientre, cuna de vida.
    
    Voy acariciando todo su cuerpo jugando alternativamente también con un pecho u otro, luego voy en busca de su coño. Paso un dedo para separar sus labios, siguiendo el pubis con la palma, apoyándome muy suavemente sobre la palma; por encima de donde vibra su clítoris, descendiendo aún, tras la ranura, hasta llegar al ano, rugoso y, con pequeños movimientos circulares, lo acaricio y lo perforo con un dedo. Da un suspiro largo de placer. Que hermoso me parece su coño y su culo. Los siento calientes a pesar de la temperatura del agua. Siento como su coño se abre y babea cuando vuelvo a tocarlo con la palma de mi mano y mi dedo se desliza sobre su clítoris.
    
    - Cabrón, me vas a hacer correr, cuando yo pretendía que fueras tu quien lo hicieras, me dijo, jadeando.
    
    Introduzco otro dedo más en su ano y sigo acariciando su clítoris mientras la miro. Le encanta que la mire y mucho más que verme, lo sé y por eso no dejo de mirarla y decirle lo bella que me parece. Siento sus jadeos y suspiros más intensos y desviando la mirada acentúo mis caricias y penetraciones, adentrándome ...
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