Las refugiadas - Revisiones ginecológicas 4 - Relatos Eróticos

Las refugiadas - Revisiones ginecológicas 4

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Y ahora os dejo con la historia:

El domingo Elena regresó de su viaje a Canadá. Por suerte para Pedro tenía mucho que arreglar en la oficina. Apenas se vieron. El viernes recibió la llamada de la doctora Melanie diciéndole que tenía los resultados de los análisis y que si quería hacerle los análisis de estrés podría ser la semana siguiente.

—…¿Aparte de las analíticas, tendría hueco en la clínica para cinco pacientes más? —preguntó Pedro al final de la conversación.

—¿Cinco? ¿Qué va a montar un harén? Espero que no se dedique a la trata de blancas.

—No. No hay ninguna trata. Si habló con Anastasia sabrá que ellas vivían en una especie de comuna en Ucrania.

—Sí. Dirigida… si esa es la palabra por su esposo. Y envió a unas cuantas refugiadas aquí.

—Pues parte de las cinco son sus compañeras de Ucrania. En cuanto a los análisis de estrés… ¿Podría ser factible hacerlos desde la primera visita? Lo digo por las nuevas. Quizá si nos limitamos a lo más ginecológico ahora y dejamos la exploración intestinal para la segunda visita…

—No es una mala idea… No es mi preferida, pero si lo quiere así podríamos hacerlo.

—Gracias. Entonces les indicaré que vayan en ayunas.

Colgó y llamó Olha. A ella le dio las instrucciones, aunque no le hizo mucha gracia y además le pidió que quizá tendría que repetírselo a las demás. Pedro le dijo que le llamasen si ponían alguna pega, pero que, salvo Zoriana y Tamara, tendrían que guardar ayuno después de la cena del sábado.

Elena llegó de Canadá el domingo por la noche, pero apenas hablaron pues quería dormir ya que el lunes tenía un día muy pesado en la oficina. Además presencial.

El lunes llevó en su coche a Anastasia y Svetlana y llamó un Cabify que recogió a las demás. Se vieron en la puerta de la consulta de Melanie. Para las dos mujeres que le acompañaban era poco, aunque se alegraron de ver a sus amigas y se extrañaron de saber que llevaban en ayunas desde la cena del sábado. Ellas lo estaban desde el mediodía. Llegaron a la consulta. La enfermera era distinta de las visitas de Anastasia y Svetlana. Pedro se las presentó a la doctora Melanie.

—Esta es Danuta. —Se besaron en las mejillas—. Jitka. —Nuevo beso—. Esta es Olha, la hija de Danuta. —También la besó aunque lanzó una mirada envenenada a Pedro—. Y estas son Verónica y su hija Catalina.

Melani se giró hacia Pedro y le soltó un guantazo en la mejilla.

—¡Cerdo! —le dijo acercándose al oído para que no lo ...