Las refugiadas - Revisiones ginecológicas 4 - Relatos Eróticos

Las refugiadas - Revisiones ginecológicas 4

... responsabilidad mía…

—Bien. Eso puedo hacerlo. ¿Y respecto a su madre? ¿Y Olha? Me parece que esta es aún un poco joven.

—Con la excusa de la deuda forcé que Verónica se viniese con ellas. Mi amigo Juan ángel quería seguir protegiéndola, pero sin mis chicas en su cabaña la habrán detectado pronto y ambos estarían en problemas. Ella está desencantada del sexo. Lo ha hecho siempre por imposición y de otros… incluso cuando eligió ser puta por necesidades económicas, eso suponiendo que no fuera el propio marido quien la forzase a ello…

—¿Tú crees?

—Para separar amor romántico, o mera posesión y sexo hay que tener una mentalidad especial. No me imagino a ninguno de esos pueblerinos aceptar de buen grado que su mujer sea puta… A menos que sea él quien ha decidido que lo sea para quedarse son sus ganancias.

—Eso se llama proxenetismo.

—Y dudo que siendo su marido lo persiguiesen. Pero dime… si una de tus chicas empezase a ejercer cinco o más noches a la semana desde las cuatro o seis de la tarde hasta las tres o más de la madrugada, a lo largo de seis años ¿tú no te habrías enterado?

—Sí es muy posible.

—Sé que es más mayor. Pero por una parte, como hemos dicho ejerció hasta hace menos de un mes. Eso por sí solo justifica una revisión completa. Además quiero que se reconcilie con su cuerpo. Dieta, ejercicio… lo que vea conveniente usted, doctora. Por eso se merece test y analística completa. Si la acepta.

—¿Y la joven?

—Olha. —Pedro suspiró—. Según ella y Svetlana es virgen…

—Y naturalmente quieren que sea su desvigador —se burló la doctora.

—Eso dicen. Interróguela. Examínela y dígame si lo es. Como mínimo se merece el mismo protocolo que Svetlana. Como ella aún es menor, pero creo que es ya más mujer. Espero su veredicto. De mente es más responsable que las adultas.

»Tenga. —Pedro lanzó tres pasaportes encima de la mesa—. Normalmente los tienen ellas, pero como les pedí que los trajesen me los han entregado al vernos bajo.

—¿Y la documentación de Verónica?

—Esa la tiene ella.

—Bien. Pero si no le importa empezaré por la madre y la hija.

Tras interrogar a Verónica salió y entregó a la enfermera la ficha con correcciones. Indicó que las inscribiese como Ruth Bristow y Macarena Garner. Entonces se entrevistó con Olha y finalmente con Danuta y Jitka. Tras las entrevistas indicó a la enfermera que procediera con las extracciones de sangre de todas. Y que empezase por Verónica y su hija. En ese momento se encaró con Pedro.

—Bueno, parece que todas están con usted voluntariamente. Y supongo que querrá estar en las revisiones…

—Usted y yo sabemos que no son solo revisiones, en la mayoría de casos.

—Cierto. Pero en la de Catalina no estará ya que no es su padre ni si tutor legal. En cuanto a la de Verónica… solo si ella acepta.

—Al menos se lo preguntará. Y espero que no haya pegas para que esté en la de Olha.

—No. Ahí no hay pegas. Aunque si por mí fuese tampoco estaría. Pero tanto ella como su ...