El barrendero me barre con todo - Relatos Eróticos

El barrendero me barre con todo

Me había levantado muy cachonda, había soñado que varios hombres me violaban en un basural, que me insultaban, me besaban. Ya en los primeros minutos de la mañana no aguante las ganas de masturbarme llegando a tener un orgasmo delicioso. Todos los días me sorprendo de mi misma de como una belleza como yo de cuerpo perfecto puede fantasear o follar con tipos desagradables en lugares desagradables. Quería comenzar una rutina en la cual consistía en salir a trotar para ejercitarme y liberar energía ya que ando cachonda todos los benditos días. Así que compré unos leggins, color gris claro con una raya a los costados rosa, era bastante ajustada más que lo que pensaba, se ajustaba a mi cuerpo como una segunda piel y apretaba tanto mi culo que me marcaba re bien la división de mis nalgas hundiéndose en ellas sin mencionar que me levantaba la cola. Cuando llegue del trabajo y vine de buscar a mi hijo me puse los leggins, unas zapatillas rosas y una musculosa un poco holgada notandose mis tetas puntiagudas. Me ate el pelo haciéndome una colita de caballo y antes de salir me mire en el espejo, no es por agrandarse pero tenia alto cuerpo con los leggins ajustados y mi musculosa. Eran las 6 de la tarde y el sol pegaba fuerte todavía, había bastante gente corriendo, madres con sus hijos jugando en la arena, familias, chicos charlando etc. Estube al rededor de 1 hora y 30 minutos trotando y caminando. Ya no quedaba mucha gente y la luz del día se desvanecía Yo: ya es hora de irme y preparar la comida ( decía yo) Cuando estoy dando la vuelta a la plaza como para volver a casa veo a un barrendero con ropas bastante holgadas color verde, el tipo debía aparentar unos 40 o 50 años, era alto y bien flaco, más bien esquelético, tenía una cara de si te lo cruzar por la vereda querés cambiarte a la vereda de enfrente, bastante feo era, bien morocho, tenía un cigarrillo en su oreja y cuando pasó caminando veo que su mirada se clava en mi culo y sonriendome me saluda, se le podían ver que le faltaban dientes, y los que tenia eran de tonalidad amarronados. Yo para no ofender, simplemente lo saludé con un buenas tardes y sonriendole con una sonrisa de punta a punta. Cuando me alejo un poco de él, veo de reojo que se me queda mirando y con una mano se acariciaba el pene mientras se mordía los labios. La verdad que mi corazón empezó a latir fuerte y sabia lo que significaba, que estaba exitandome. Me quedé parada en una de las esquinas pensando, me voy a casa o me hago la tonta y doy una vuelta más? Hasta que me decidí en dar una vuelta más, solamente para volver a ver a ese barrendero. Cuando volvía a llegar a completar la vuelta a la plaza me subí más los leggins y caminando un poco más sensual me iba hacercandome al barrendero, caminaba esta vez más lento, para que notara mi presencia. Cuando lo veo con disimulo estaba fumando el cigarrillo que tenía en la oreja mientras miraba a la poco gente que iba pasando, cuando llego a donde estaba el barrendero me quedo parada en ...